Según el doctor Bajo Arenas, las mujeres no deben beber nada de alcohol «ni antes, ni durante, ni después del embarazo «, es decir, durante la lactancia, prestando especial atención a esta recomendación en el periodo comprendido «entre la fertilización y el fin del desarrollo del embrión», ya que es en este momento en el que el alcohol «puede hacer mas daño al feto».
De no cumplirse, el bebé corre el riesgo de nacer con el denominado síndrome alcohólico fetal, que se manifiesta con retraso físico y mental, alteraciones craneoencefálicas y problemas articulares, que cambiarán en el menor su forma de andar. Además, este síndrome hace que el niño nazca con bajo peso, los ojos alargados y estrechos y sin prominencia en los pómulos.
«Lo más vulnerable del bebé es el sistema nervioso, por lo que será lo más afectado, generando nerviosismo, menor capacidad de aprendizaje y memoria deteriorada. De cualquier modo, el alcohol dañará al órgano que se esté formando en este momento», apuntó.
También desaconseja que la madre beba durante la lactancia, ya que todo el alcohol que consuma pasará al bebé que, con pocas dosis, presentará los síntomas de la embriaguez, como la irritabilidad.
Para evitar estos problemas, se debe evitar la bebida durante estos periodos o dejar de beber cuanto antes cualquier tipo de consumición alcohólica y al cualquier cantidad, ya que se desconoce con cuantas copas comienza a causar prejuicios. «Las bebidas de baja gradación, como el vino o la cerveza, no son aconsejables», acotó.
La campaña ‘Un embarazo sin’, respaldada por Cerveceros de España y presentada ya en el último Congreso anual de la SEGO celebrado en Barcelona, lleva por lema ‘Porque el bebé bebe lo que tú bebes’ y tiene previsto distribuir por unas 7.800 consultas de obstetras de toda España cerca de 500.000 dípticos con recomendaciones dirigidas a las embarazadas para llevar una dieta saludable sin alcohol.