José Antonio Griñán llegó el pasado miércoles al Palacio de la Moncloa con una abultada agenda de temas para departir con José Luis Rodríguez Zapatero. La financiación autonómica y la llegada del AVE a Granada en 2012 coparon las portadas de telediarios y periódicos. Pero en esa conversación entre los presidentes de la Junta de Andalucía y del Gobierno central, los dos del mismo signo político socialista, también hablaron sobre la instalación de una planta farmacéutica de Rovi para fabricar vacunas contra la gripe estacional y la pandémica del AHN1.
Griñán salió con el sí de Zapatero cuando atravesó la última puerta de la Moncloa. Aunque no transcendió. La ministra de Sanidad, Trinidad Jiménez, anunció la buena nueva ayer en su comparecencia en el Senado. «El Parque Tecnológico de Ciencias de la Salud dispondrá de una planta de fabricación de vacunas contra la gripe estacional y pandémica», que liderará la farmacéutica Rovi asentada en el PTS desde el 20 de mayo de este año, cuando abrió sus instalaciones.
La planta conllevará una inversión de 75 millones de euros, entre el coste del edificio, tecnología y fabricación de vacunas. Ofrecerá empleo a un mínimo de 200 personas y el edificio se levantará junto a la planta que Rovi tiene en estos momentos en el PTS. «Estará a pleno rendimiento en 2012 y asegurará el abastecimiento de vacunas a España ante el riesgo de pandemia de la gripe A», dijo la ministra de Sanidad.
La historia de este nuevo proyecto empezó a fraguarse en el año 2006 cuando la Comunidad de Madrid no logró sacar adelante la construcción de una fábrica de vacunas junto con otra farmacéutica, pese a contar con el visto bueno del Gobierno central. Desde entonces hasta hoy, el Ministerio de Sanidad «sólo ha recibido la oferta de Rovi, adecuadamente respaldada por el Gobierno de la Junta, para construir este centro», señaló ayer el secretario general del Ministerio de Sanidad, José Martínez Olmos.
Otras fuentes consultadas del sector farmacéutico y vinculadas de forma indirecta en estas negociaciones, apuntan a otra historia bien distinta. «Cataluña tiene el sector farmacéutico más asentado y potente de España. En Andalucía, sólo es Granada quien dispone de algo en condiciones. La adjudicación de esta planta a Andalucía ha sido un duro golpe para los catalanes». Detrás de la decisión ha existido un trabajo minucioso y constante de la Consejería de Salud en defensa de los intereses de Granada. Al final se ha ganado la batalla.
Un puzzle encajado
El tiempo y lo resultados le empiezan a dar la razón al gerente del Parque Tecnológico de la Salud, Jesús Quero, quien fue muy discutido en los albores de la puesta en marcha del PTS, cuando apostó por un Campus especializado y no por otro que incluyera una amplia gama de servicios diferenciados. Al final, la apuesta fue por la biomedicina. «Poco a poco vamos juntando las piezas de este macroproyecto que se está convirtiendo en un motor del desarrollo provincial y un referente para España».
Sanidad vaticina la producción de más de trece millones de dosis de vacunas cada año. «Nace con vocación de exportar a otros países de Iberoamérica y África con los que tenemos muy buenas relaciones», apuntó Martínez Olmos.
Las congratulaciones por esta nueva inyección económica para Granada no se hicieron esperar. «Debemos ser prudentes porque se está empezando a trabajar, pero manifiesta el atractivo de Andalucía para la industria farmacéutica», dijo a Efe la consejera de Salud, María Jesús Montero.
Jesús Huertas, el delegado de Gobernación, manifestó que el nuevo centro consolida al PTS «como referente de la industria biotecnológica».