La imagen externa y el cuidado de la apariencia física, se han convertido en uno de los pilares de la sociedad moderna. Atrás quedó el concepto de lo voluminoso equiparado a lo bello. Mujeres y hombres de distintas edades, estratos sociales e ideologías encuentran en la cirugía estética uno de los mejores apoyos para erradicar esas partes del cuerpo de las que nunca se sienteron orgullosos. En la actualidad, triunfa.
De Kito a Pekín pasando por Madrid, miles de personas ya lo han probado. Principalmente, las liposuciones (remodelado de la silueta a través de la extracción de grasa o tejido adiposo de diversos sitios del cuerpo), el aumento de pecho (mamoplastia) y las operaciones de abdomen, son las operaciones más demandadas. Las mujeres son sus principales valedoras.
Según el Dr. Córdoba Campos, cirujano plástico de CMC Medical Group y miembro numerario de la Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética, estima que «teniendo en cuenta las tres intervenciones principales que más influyen el la silueta de la mujer, el coste puede ser del orden de 15.000 €, realizándose en varios tiempos quirúrgicos». Pero cuando se habla de bienestar, parece hay cosas que no tienen precio.
De este modo el aumento de pecho ronda los 4500 euros, liposuciones de grado 2 alrededor de 4000 así como el aumento de glúteos y la abdominoplastia se sitúa en los 6000.
Desde CMC Medical Group se defiende, a diferencia de lo que se suele creer, la situación económica no compone uno de los principales requisitos para no llevar a cabo un cambio de aspecto corporal. Más aún cuando se requiere experimentar tratamientos de obesidad, Balón Intragástrico y Cirujía de Banda Gástrica.
Aumento de la autoestima
Un valor al que apunta el propio Dr. Córdoba, es el aumento de la autoestima. Según datos aportados por CMC Medical Group en base a un estudio de la Universidad de Florida, el 76,6% de las mujeres encuestadas afirmó tener un aumento de su satisfacción sexual.
Del mismo modo, en estas 84 féminas con edades comprendidas entre los 21 y 57 años, el índice de autoestima aumentó en cuatro puntos (subió de 20,7 a 24,9 según la escala de Rosenberg).
El vuelco psicológico de estas mujeres parece residir en el cambio físico que expirementan. Dejan de sentirse poco atractivas o deseadas, algo que está directamente relacionado con «los niveles de autoestima y sexualidad», apunta Córdoba.
Él mismo relata que hace unos meses efectuó una operación de aumento de pecho a una joven de 22 años. Al poco tiempo de la intervención, escribió al equipo que la había operado para relatar su satisfacíón al haber recuperado la autoestima y estar deseosa de que llegara «el momento bikini».
Por qué una mamoplastia
Los factores que más influyen a la hora de llevar a cabo una mamoplastia son variados. En primer lugar, mejora del contorno corporal de la mujer. Por otra parte, equilibrar el tamaño de las mamas si es que la diferncia entre ellas es significativa. Y por último, para corregir una pérdida de volumen mamario tras el embarazo. No se debe obviar que en ocasiones se acude a una mamoplastia para la reconstrucción.
Rellenos de gel de silicona, de suero fisiológico y de lípidos, son los distintos implantes que se suelen llevar a cabo. Aquí debe de ser el cirujano el que presente las mejores opciones al paciente. Las prótesis suelen implantarse detrás del tejido mamario así como por debajo de los músculos torácicos.
En definitiva, la felicidad reside en la satisfación interior, el estar bien con uno mismo. En este tipo de casos, o bien por complejos o bien por deseos de cambio, las personas que acuden a este tipo de técnicas se sienten satisfechas y en ellos, vuelve a asentarse la autoestima. Incluso hay casos, en los que nunca antes se había experimentado.