Un 85% de los casos de enuresis (pérdida de orina durante el sueño) son hereditarios y parte del problema se encuentra en un gen del cromosoma 13, donde va codificada la información que determinará que un niño sufra esa patología , aunque pueden estar involucrados otros genes y cromosomas.
Este es uno de los aspectos más desconocidos de la enuresis que se recoge en el libro «¿Por qué se orinan los niños en la cama?. Repuestas de un médico», que trata el problema de más de un 5 por ciento de los pequeños de entre cinco y catorce años que mojan la cama por las noches.
El texto incluye aportaciones históricas, testimonios de niños y adultos que sufren enuresis, y datos estadísticos, todo ello en un tono cercano, divulgativo y al alcance de todos. Consultar con el pediatra permitirá descartar otras patologías y adoptar las medidas adecuadas -de conducta, farmacológicas, etc.- para poner solución al problema, aunque la mayoría de los padres no lo hacen por desconocimiento, porque piensan que su hijo se curará solo o por la vergüenza de reconocer el problema en público.
Frecuencia
Para considerar que un niño sufre de enuresis tienen que registrarse dos o más episodios en un mes. En el 90% de los casos existe una causa fisiológica que puede ser un retraso en el desarrollo de la vejiga, un retardo en la maduración, o una producción de orina superior a la normal por la noche. En el 10% restante puede deberse a un acontecimiento inusual en la vida del niño (nacimiento de un hermano, cambios en la estructura familiar, u otros).
El 70% de la orina se produce durante el día y el 30% restante a lo largo de la noche para evitar tener que levantarse constantemente durante el sueño. La hormona ADH (hormona anti diurética) se sintetiza en el cerebro y tiene como misión reducir la cantidad de orina que fabrican los riñones, al retener parte del agua que se elimina con la orina. El nivel de esta hormona es constante a lo largo del día y aumenta por la noche para reducir esa producción de orina, lo que no ocurre en el caso de los enuréticos.
Así, la vejiga se llena por la noche y se produce la pérdida de orina o vaciado de manera incontrolable durante el sueño. Los niños que tienen este problema sufren aislamiento social, vergüenza y restricción de actividades y lo comentan como el acontecimiento más traumático tras el divorcio de sus padres o el maltrato.