Especialistas reunidos en el Congreso Nacional de Alzheimer celebrado en Sevilla han coincidido al señalar que los sanitarios no sólo deben velar por el estado de salud de los afectados , sino también por el emocional. Es muy importante, según se ha recalcado en este encuentro, cuidar la autoestima del enfermo. Roberto Suárez, miembro del Comité Científico de la Confederación Española de Familiares de Enfermos de Alzheimer y otras Demencias (CEAFA), abogó ayer por que los tratamientos que se prestan a estos enfermos no mermen su autoestima ni coarten excesivamente su libertad.
Suárez, ponente de la sesión de clausura del IV Congreso Nacional de Alzheimer, explicó que muchos de estos tratamientos, en especial en la fase inicial de esta patología, adolecen de una excesiva visión «clínica». Por ello recomendó a profesionales y cuidadores que «cambien el chip» y se interesen más «por tratar la parte del cerebro del enfermo que se conserva bien que por la que está dañada».
Destacó asimismo que muchos especialistas «se centran más en las neuronas muertas de los enfermos de alzheimer , cuando tienen muchas más neuronas vivas» y citó el caso de un enfermo que se quejó «con razón» de que se le sometía a una excesiva presión para que realizase prácticas de memoria o dibujos cuando lo que le apetecía era cuidar el jardín o ayudar en tareas domésticas, actividades tan válidas como las anteriores. Suárez recordó que la detección de los primeros fallos de memoria puede ser un elemento crucial para un diagnóstico precoz del mal, aunque no todas estas anomalías de memoria deriven en posteriores demencias.
Por ello, el experto recomendó que se acuda al especialista en cuanto se detecten estos síntomas, pues un diagnóstico precoz resulta crucial tanto para retrasar sus efectos más invalidantes como para mejorar la calidad de vida del paciente y, consiguientemente, de sus familiares y cuidadores, «a los que muchas veces se olvida».