Granada. Los pacientes con marcapasos de última generación ya no necesitan visitar al cardiólogo con la misma frecuencia que antaño. Ahora disponen de un aparato similar a un teléfono móvil que informa a su médico de todos los latidos de su corazón y del estado de su marcapasos. «Lo mejor de este sistema es que los pacientes pueden estar vigilados las 24 horas del día», comenta el responsable de la unidad de marcapasos del Hospital Virgen de las Nieves, José María Montes.
El Hospital General, popularmente conocido como Ruiz de Alda, ha sido uno de los veinte recintos sanitarios del país en poner en funcionamiento un sistema de control de marcapasos a través de internet. A la sanidad pública no le cuesta ni un euro el aparato, porque la propia casa que fabrica los marcapasos les proporciona estos receptores móviles.
El paciente, la mayoría de los 2.500 del Virgen de las Nieves con un marcapasos, responde a un perfil de persona mayor con más de 65 años. Una vez con el marcapasos instalado unos cincuenta centímetros por debajo de la clavícula y después de unos días de prueba, el enfermo recibe su receptor que emite información sobre los latidos de su órgano cardiaco durante las 24 horas del día.
Información almacenada en una base de datos a la cual el médico de la consulta de Marcapasos puede acceder en cualquier momento. Basta una llamada del paciente a su facultativo ante cualquier tipo de anomalía en el funcionamiento del marcapasos o en su estado de salud para pasar consulta.
«Una consulta normal se puede llevar de quince a veinte minutos. Con este sistema no tardamos más de dos minutos en efectuarla y teniendo mucha más información que en una consulta de las consideradas normales», apunta el cardiólogo José María Montes.
Los marcapasos suelen instalarse para velar por dos problemas del corazón. Uno para controlar los ritmos lentos facilitando impulsos eléctricos que aceleren los latidos de este órgano vital. Y el segundo, para servir de terapia cuando existe una insuficiencia cardiaca.
No todos los marcapasos pueden ser controlados mediante este sistema. Sólo los de última generación. La diferencia entre éstos y los más antiguos es la disponibilidad de una pequeña antena capaz de emitir información a un receptor.
«Nosotros llevamos dos años colocando este tipo de marcapasos» y dentro de este grupo, sólo aquellos destinados a mandar impulsos eléctricos al corazón cuando su ritmo es demasiado lento. Así es cómo la telemedicina puede controlar un corazón a través de internet, ese espacio virtual donde cabe casi todo. «Beneficia al paciente, y a los profesionales también nos viene mejor porque optimizamos más el tiempo que podemos dedicar al enfermo».
Sin consulta
La consulta de Marcapasos del Hospital Virgen de las Nieves atiende a pacientes de la provincia granadina y a otros procedentes de Jaén y Almería. «Estos enfermos estaban obligados a pasar por consulta entre una y cuatro veces cada año». Ahora, con este sistema de telemedicina no hace falta.
José María Montes recuerda que la única exigencia que conlleva este sistema de control es la necesidad de recargar la batería del aparato a diario. «Uno se lo puede llevar donde quiera. Si quiere viajar a China se lo lleva y desde allí nosotros lo podemos tener controlado, no hay limitaciones. Sólo tener la batería cargada para que funcione bien el aparato».
Sólo esta consulta de Marcapasos, el Hospital Clínico dispone de otra, coloca cada mes una media de cuarenta aparatos de los que controlan los latidos del corazón. «En el último año (2009), hay una sensación subjetiva de haber incrementado el número de marcapasos colocados».
¿La razón? «Cada vez es más sencillo detectar problemas cardiacos». El comentario es de la enfermera de esta consulta, Mercedes Fernández, un eslabón «imprescindible» en la puesta en marcha de este servicio, según el doctor José María Montes.