El director general del Centro de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC), el doctor Valentín Fuster, advierte de que si no se actúa ante el crecimiento de la incidencia de las enfermedades cardiovasculares, los países «irán a la bancarrota».
Así lo ha indicado el también director de la Unidad de Cardiología del Hospital Monte Sinaí de Nueva York (Estados Unidos). A juicio de Fuster, la situación actual es «insostenible», y es que, el tratamiento de las enfermedades cardiovasculares «es muy caro». Además, sostiene que es la primera causa de muerte en el mundo, así como que, sólo el infarto de miocardio, «tiene la misma incidencia que el cáncer». Por este motivo, el cardiólogo sostiene que «no se va a poder seguir de esta manera si no se hace algo», aspecto en el que también resalta el papel de la sociedad, ya que la responsabilidad social es «absolutamente importante». Por ello, apuesta por promover la salud, incluso desde que las personas son niños, algo que considera «el futuro».
De este modo, y al tiempo que tacha de «absurdo» el hecho de pensar que el infarto sólo se produce en los países con economía avanzada, Fuster destaca la importancia de evitar los factores de riesgo. Estos provocan un daño en la parte interna de las arterias «y hacen que el colesterol, sea alto o bajo, penetre». El cardiólogo expone que los aspectos que favorecen la aparición de esta «enfermedad silenciosa» son la presión arterial alta, la obesidad, el colesterol elevado, la diabetes, el hábito tabáquico y la escasez de actividad física. Según el especialista, muchas personas creen «que no son vulnerables», algo que lamenta, ya que lo son «también para la degeneración cerebral». En este sentido, subraya el «gran potencial» de esta patología para los que presentan factores de riesgo.
Insistiendo en que el coste de la sanidad «es un problema de gran envergadura» y es que promover la salud «es mucho más barato que tratar la enfermedad», Fuster destaca el trabajo piloto que se está realizando en siete comunidades autónomas para mejorar los hábitos de vida, algo necesario, sobre todo, porque «el 23 por ciento de los niños de 15 años tiene sobrepeso».