El consumo moderado de bebidas fermentadas puede incluirse en la alimentación para mantener el peso después de una dieta, según el documento ‘Mantenimiento de la pérdida de peso en la vida real’ elaborado por la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (SEEDO), y del que también se desprende que tener una vida social activa es compatible con el mantenimiento del peso después de una dieta.
El documento ha sido presentado en Málaga por el jefe de Servicio de Endocrinología y Nutrición en el Hospital Quirón de Málaga, José Manuel García Almeida y la profesora Rosa Ortega, catedrática del Departamento de Nutrición de la Facultad de Farmacia de la Universidad Complutense de Madrid.
El exceso de peso es uno de los grandes problemas de salud de los españoles y en este caso, según datos de la Encuesta Nacional de Salud, cerca de un 21 por ciento de los andaluces padece problemas de obesidad y más del 36 por ciento de sobrepeso.
Las dietas, basadas en cambios en la alimentación y en el estilo de vida, consiguen que se disminuya entre un cinco y un diez por ciento este exceso de peso. Sin embargo, en la mayoría de las ocasiones, mantener ese peso perdido supone un esfuerzo aún mayor, han explicado.
En el documento ‘Mantenimiento de la pérdida de peso en la vida real’ se explica cómo se puede realizar una alimentación completa y saludable sin dejar de lado las costumbres propias de la cultura como salir a comer, tomar el aperitivo o disfrutar de una caña.
Al respecto, García Almeida ha explicado que «el consumo moderado de bebidas fermentadas, como la cerveza, puede incluirse en la vida de las personas que deseen mantener la pérdida de peso después de una dieta».
Por otro lado, han señalado que tras la pérdida de peso muchos pacientes vuelven a su antiguo estilo de vida, lo que conlleva una ganancia de peso, además de un desgaste en la motivación y la autoestima. Solo alrededor de un 20 por ciento de las personas que han perdido hasta un diez por ciento de su peso son capaces de mantenerlo, ya que el camino para vencer esta tendencia implica continuar con ciertas medidas de control de la alimentación.
De hecho, «después de dos a cinco años de seguir este mantenimiento, la posibilidad de tener éxito aumenta de forma considerable», ha añadido García Almeida.
Entre las pautas que podrían ayudar a vencer la tendencia a recuperar el peso se encuentran programar el menú semanal y la compra, dedicar tiempo a la preparación de los platos o realizar entre cuatro y cinco comidas al día, todo ello sin dejar de lado las costumbres propias de nuestra cultura mediterránea.
También se recomienda la ingesta de agua como bebida universal de elección para conseguir una buena hidratación y calmar la sed. Limitar el tamaño de las raciones, primando la calidad frente a la cantidad, seleccionando siempre alimentos naturales o de temporada y consumir todos los días alimentos crudos como frutas y hortalizas, son buenos ejemplos para mantener el peso perdido.
Por otro lado, han señalado que es aconsejable respetar las horas de sueño y dedicar de 30 a 60 minutos al día a practicar actividad física de intensidad moderada para mejorar la masa muscular, la capacidad física y, por supuesto, ayudar a mantener el peso.
CERVEZA
Asimismo, según se explica en el documento, las personas que deseen mantener la pérdida de peso tras una dieta pueden incluir la cerveza en su alimentación, siempre que se haga de manera moderada.
En el caso de encontrarse en periodo de mantenimiento de peso el consumo de bebidas con contenido alcohólico debería reducirse. En concreto, el consumo de cerveza no debería superar dos cañas al día para los hombres y una para las mujeres.