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El Clínic prueba con éxito una vacuna que rebaja la carga viral del sida

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Un nuevo experimento científico abre una puerta a la esperanza en la lucha contra el sida. Una vacuna terapéutica contra el VIH ha logrado mantener baja la carga viral de los infectados por esta enfermedad. El fármaco, desarrollado por un equipo del Hospital Clínic de Barcelona, no ha conseguido la efectividad de los tratamientos habituales con cócteles medicinales, los llamados antirretrovirales, pero los médicos confían en que en tres años pueda alcanzar el mismo nivel de solvencia. Es decir, que sea incluso capaz de sustituir a la cura actual, que es práctica, pero tóxica y con algunos efectos secundarios para los pacientes.

La vacuna supone, por tanto, un motivo de ilusión para los 30 millones de infectados por el VIH que hay en el mundo y también para los servicios públicos de salud. Y es que un tratamiento con antirretrovirales asciende en España a 9.000 euros anuales, mientras que la vacuna que ha experimentado el Clínic cuesta 2.000 euros. Ni que decir, que el tratamiento con el cóctel de fármacos dura toda la vida, en tanto que la citada vacuna solo debería ser administrada en una ocasión o dos. La diferencia es significativa.

Según concluye el estudio de los autores del avance científico, liderados por Josep Maria Gatell, «el principal objetivo de las vacunas terapéuticas es minimizar la necesidad del tratamiento antirretroviral». Estos tratamientos han mejorado enormemente en los últimos años (están dirigidos a combatir y controlar la infección para evitar la aparición de la enfermedad) hasta convertirse en fármacos de fácil administración y con pocos efectos secundarios, señalan. A pesar de ello, su consumo diario es incómodo, no se tiene experiencia a muy largo plazo y realizar mal el tratamiento puede traducirse en la aparición de resistencias, señala el trabajo científico publicado en la revista ‘Journal of infectious diseases’.

En las pruebas del Clínic participaron 24 pacientes. La vacuna fue personalizada y se elaboró a partir de células dendríticas (del sistema inmunitario). Se trata pues de una terapia celular. Se administraron 3 dosis, con una separación de 2 semanas entre cada una de ellas. Al cabo de 24 semanas se comprobó que en la mayoría de los pacientes se había producido un descenso significativo en la carga viral. Este descenso fue muy importante en algunos de ellos pero en ningún caso se logró que el virus fuese indetectable. «Ninguna vacuna terapéutica hasta la actualidad ha dado mejores resultados que ésta; todas hasta ahora han sido un fracaso porque no han conseguido que baje la carga viral de la misma forma o que el aumento de las defensas se correlacione con esta bajada; sólo una lo consiguió durante tres meses, y nosotros durante un año», explicó ayer Felipe García, coautor del estudio.

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