Los investigadores muestran que cuando a ratones de edad avanzada criados para desarrollar los síntomas de la enfermedad de Alzheimer se les administraba cafeína, el equivalente a cinco tazas de café al día, su deterioro de memoria desaparecía.
El trabajo de los investigadores muestra que la cafeína disminuyó de forma significativa los niveles anormales de la proteína asociada al Alzheimer, tanto en el cerebro como en la sangre de ratones que tenían síntomas de la enfermedad.
Ambos estudios se basan en trabajos anteriores del grupo de investigadores que mostraron que la cafeína a inicios de la vida adulta evitaba el inicio de los problemas de memoria en ratones criados para desarrollar los síntomas de la enfermedad a una edad avanzada.
Según explica Gary Arendash, director de la investigación, «los nuevos descubrimientos proporcionan evidencias de que la cafeína podría ser un tratamiento viable para la enfermedad de Alzheimer y no una simple estrategia protectora. Esto es importante porque la cafeína es un fármaco seguro para la mayoría de las personas, entra fácilmente al cerebro y parece afectar directamente al proceso de la enfermedad».
En el estudio se incluyeron 55 ratones modificados genéticamente para desarrollar problemas de memoria que imitan a los de la enfermedad de Alzheimer derivados del envejecimiento.
Después de que pruebas de conducta confirmaran que los ratones exhibían signos de deterioro de memoria entre los 18 y 19 meses, alrededor de los 70 años en humanos, los investigadores proporcionaron a la mitad de los ratones cafeína en su agua de beber.
La otra mitad de los animales siguió bebiendo agua común. Los ratones recibieron el equivalente en cafeína a cinco tazas de café diarias o 14 tazas de té.
Al final de los dos meses de estudio, los ratones que tomaron cafeína realizaban mucho mejor las pruebas que medían su memoria y sus habilidades cognitivas.
De hecho, su memoria era idéntica a la de ratones normales de esa edad sin demencia. Los ratones que bebían agua normal siguieron realizando las pruebas a niveles bajos.
Reducción del 50%
Además, el cerebro de los ratones que tomaron cafeína mostraba casi un 50% de reducción en los niveles de amiloide beta, una sustancia que forma las placas características de la enfermedad de Alzheimer.
Otros experimentos de los mismos investigadores indican que la cafeína parece restablecer la memoria al reducir también las enzimas necesarias para producir la amiloide beta.
Los investigadores también sugieren que la cafeína suprime los cambios inflamatorios en el cerebro que conducen a un exceso de amiloide beta.
Dado que la cafeína mejoraba la memoria de ratones con Alzheimer, los investigadores analizaron en un segundo estudio si podía también aumentar la memoria de los ratones normales sin demencia si se les proporcionaba desde la juventud hasta que envejecían.
Conducta en edad avanzada
Los ratones control que tomaron agua normal durante su vida realizaban las pruebas de conducta a edad avanzada tan bien como lo hacían los animales que habían tomado cafeína.
«Esto sugiere que la cafeína no aumenta la memoria por encima de los niveles normales. En vez de ello, parece beneficiar a los que están destinados a desarrollar enfermedad de Alzheimer», señala Arendash.
Los investigadores desconocen si una cantidad menor a los 500 mg. Diarios de cafeína que recibían los ratones con Alzheimer sería eficaz. A pesar de que este nivel de cafeína no posee efectos adversos para la salud para la mayoría de las personas, Arendash indica que aquellas con hipertensión o en gestación deberían limitar su consumo diario de cafeína.