Han querido también mandar ‘un mensaje tranquilizador a la mayoría de los pacientes que hoy en día siguen tratamiento con sibutramina’. ‘La posibilidad de padecer un episodio de enfermedad cardiovascular es remoto’, han asegurado. Aunque la suspensión cautelar de la sibutramina ha sido motivada por unos recientes estudios que destacaban el riesgo cardiovascular de tomarla, las asociaciones de endocrinos han señalado que en dichos informes ‘se incluían pacientes con elevado riesgo cardiovascular’, que no corresponden al tipo de pacientes para los que está autorizado este fármaco.
En el estudio, tras seis años ininterrumpidos de tratamiento, los individuos que tomaron sibutramina presentaron un incremento del riesgo de padecer enfermedad cardiovascular (infarto de miocardio o ictus no mortal) en un 11,4 por ciento de los casos frente al 10,0 por ciento del grupo control tratado con placebo.
Los endocrinos también han recordado que fuera de la Unión Europea, en países como Estados Unidos o Australia, las autoridades sanitarias no han retirado el fármaco y se sigue manteniendo su empleo, respetando siempre las indicaciones establecidas.
Por su parte, la OCU ha pedido a los consumidores que en la actualidad estén bajo tratamiento con sibutramina que acudan a la consulta de su médico para que éste indique las pautas para la suspensión del medicamento.
También ha solicitado a los médicos y farmacéuticos que informen de la retirada de Reductil -efectiva a partir del 1 de febrero- a todos los consumidores que pregunten por él.