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El 90% de niños y adolescentes ingiere más grasa saturada de la recomendada

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Nueve de cada diez niños y adolescentes españoles superan la ingesta de grasas saturadas recomendadas al día, que es del 10 por ciento, y prácticamente el 100 % no alcanza los niveles de vitamina D aconsejados en su dieta.

Estas son algunas de las principales conclusiones del Estudio Enalia sobre el perfil nutricional de la dieta de la población infantil y adolescente en España, elaborado por el departamento de Nutrición de la Facultad de Farmacia de la Universidad Complutense de Madrid.

 

Este estudio, en el que han participado 1.862 niños desde los 6 meses hasta los 18 años, pone de relieve el desequilibrio nutricional de estos menores, especialmente provocado por un exceso de grasa saturada o trans (de origen animal o procesados como los de la bollería industrial) y una deficiencia en hidratos de carbono.

Así, desvela que uno de cada tres niños y adolescentes no alcanza la recomendación diaria de consumo de hidratos de carbono, un porcentaje que es aún más elevado en el grupo de niñas de entre 4 y 8 años, en el que un 42,9 % no llega a esos niveles.

Respecto a la ingesta de grasa, la recomendación establece que no se debe superar de entre un 25 % y un 35 % diario.

Sin embargo, entre un 36 % y un 58 % de chicos de esa edad lo superan, situándose en el extremo mayor de la horquilla las niñas de 4 a 8 años.

Vitamina D

Mientras, la responsable del estudio, Ana María López Sobaler, ha alertado sobre las deficiencias de vitamina D en la dieta de niños y adolescentes y lo ha achacado a la creencia errónea de que no es necesario ingerirla a través de la dieta al ser España un país mediterráneo, con muchas horas de sol al año.

A su juicio, esta carencia es un problema al que hay que prestar atención.

Esta profesora de la UCM ha explicado que es necesario que los niños y adolescentes consuman vitamina D a través de productos como los huevos, los lácteos, el pescado azul y algunos cereales enriquecidos.

Los menores también tienen déficit en sus dietas, sobre todo a partir de los nueve años, de folatos, vitamina E, calcio, yodo y magnesio, este último especialmente entre los adolescentes pero, por el contrario, presentan un excesiva ingesta de sodio.

De cara al futuro es necesario dar una información más adecuada a los consumidores que facilite la adquisición de comidas más sanas para evitar enfermedades ocasionadas por una mala alimentación.

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