El catedrático de Cardiología Fernández-Avilés se ha manifestado así durante una rueda de prensa junto con otros expertos en medicina organizada por la Real Academia Nacional de Medicina y la Fundación Tecnología y Salud, con motivo de la tercera conferencia del Ciclo «La aportación de la Tecnología Sanitaria».
Además, el presidente de la Real Academia Nacional de Medicina, Manuel Díez; el presidente de la Fundación Tecnología y Salud, Javier Colás; el catedrático de Cardiología José Ramón de Berrazueta, académico de Número de la Real Academia Nacional de Medicina, y Carlos Ibares, patrono de la Fundación Tecnología y Salud.
Todos ellos han coincidido en la necesidad de impulsar aún más la innovación tecnológica en el ámbito de la sanidad para hacer frente a las nuevas necesidades de un sistema que se enfrenta a una población más longeva, con enfermedades que se transforman en crónicas gracias a los continuos avances científicos; así, actualmente la mortalidad por infarto es inferior al 5% frente al 30% de hace unos años.
En opinión de los expertos, los hospitales españoles deben transformarse en algo así como «factorías» de innovación y conocimiento en tecnología sanitaria, es decir, en entidades con redes asistenciales científicas y multidisciplinares abiertas a toda la sociedad, ha explicado Fernández-Avilés, tras advertir de que la gestión de la medicina tal y como está planteada hoy en día se está viendo «desbordada» por los continuos avances.
Fernández-Avilés ha planteado que se innove también en la gestión de la medicina; así, ha afirmado que sistemas como los de telecontrol para el seguimiento remoto del estado de salud de los enfermos, permiten adelantarse a las necesidades médicas y garantizan un mayor control sanitario además de un ahorro de costes.
Por su parte, el presidente de la Fundación Tecnología y Salud, Javier Colás, se ha referido a la escasa inversión de España en materia sanitaria respecto al resto de países industrializados, lo que la sitúa a la cola en la lista.
Además, ha añadido que, en materia de inversión en tecnología sanitaria, el sistema sanitario español tarda el doble que el resto en popularizar o extender, al menos a la mitad de la población, las novedades logradas, que sí se introducen rápido pero entre un reducido segmento de la población.