El 40 por ciento de las personas con trastorno de la conducta alimentaria son adictos al deporte, según ha informado el presidente de la Sociedad Española de Patología (SEPD), Néstor Szerman, quien ha recordado que las adiciones y las patologías mentales están relacionadas en el 70 por ciento de los casos.
Ahora bien, en los últimos años se ha incrementado notablemente la asistencia a gimnasios y la realización de deporte de manera rutinaria, algo que, según ha señalado el secretario de la sociedad, Ignacio Basurte, es recomendable. No obstante, en algunos casos detrás de la práctica habitual del deporte se «encubren» otros trastornos como, por ejemplo, trastornos de la alimentación donde el ejercicio se convierte en medida compensatoria para la pérdida de peso y, en algunos casos, deriva en un patrón de conducta anómalo que esconde psicopatología, como ocurre con la vigorexia.
«Aunque la mayoría de la población expuesta no desarrolla adicción, si la persona es vulnerable y está diagnosticada de otros trastornos o adicciones la probabilidad aumenta», ha apuntado Szerman. Es el caso de las personas con disforia, rasgos de personalidad obsesivo o con trastornos de alcohol, opioides y tabaco.
Y es que, muchos autores han asegurado que el deporte produce a nivel cerebral las mismas reacciones que provocan las drogas en el cerebro de los consumidores. En este sentido, el presidente de la SEPD ha reconocido que en personas vulnerables se podría afirmar que se producen reacciones semejantes. «Hay personas que tienen sistemas y circuitos cerebrales disfuncionales que dan lugar a diferentes síntomas psíquicos como malestar, problemas de relación interpersonal y que mejoran cuando realizan un ejercicio físico intenso», ha apostillado.
Sin embargo, también existen terapias para pacientes con patología dual que incluyen la práctica deportiva como parte del tratamiento. «Los modelos neurobiológicos en animales podrían explicar en muchos casos porqué en determinados pacientes con patología dual pueden compensarse o incluso mejorar con la realización de ejercicio físico. A día de hoy sabemos que el deporte es competitivo con el autoconsumo de drogas (que destruye neuronas) y que aumenta la neurogénesis (creación de neuronas)», ha zanjado Basurte.