El 20 por ciento de los niños menores de 7 años y el 10 por ciento de los adultos padecen dermatitis atópica, un eczema utópico consistente en una inflamación crónica de la piel, que tiene un alto componente genético, ya que existe un 50 por ciento de probabilidades de que el niño de padres con esta enfermedad también la padezca.
El origen de esta patología es todavía desconocido y no existe aún una cura definitiva, de ahí la importancia de que los afectados conozcan los síntomas y cómo prevenirlos. Con el fin de contribuir a una difusión clara y sencilla de la información básica necesaria para los pacientes, la dermatóloga de IDCsalud Fundación Jiménez Diaz y coordinadora de la Escuela de Dermatitis Atópica de este centro, Loreto Carrasco, ha elaborado un decálogo en el que se recomienda realizar duchas cortas (máximo 10 minutos) una vez al día con agua tibia, evitando baños largos o con agua caliente. Asimismo, es importante utilizar jabones suaves, neutros, con alto contenido en aceite («extragrasos») y sin perfumes; evitar la fricción excesiva o el uso de esponjas ásperas; hidratar la piel a diario mediante la aplicación de cremas hidratantes (emolientes), preferentemente tras la limpieza de la piel, con la piel húmeda; cortar bien las uñas y mantenerlas limpias para evitar infecciones por el rascado; así como usar preferiblemente ropa de algodón o de fibras naturales, evitando materiales sintéticos o la lana.
Finalmente, la experta ha aconsejado evitar cubrir excesivamente la piel, ya que el sudor puede empeorar los síntomas; evitar el uso de detergentes, suavizantes y otros productos irritantes; utilizar guantes para realizar las tareas domésticas; en los bebés, cambiar los pañales cuando éstos estén húmedos; y evitar el exceso de calor y cambios bruscos de temperatura. La temperatura ideal está alrededor de los 20ºC.