Un total de 300 facultativos nacionales e internacionales se reunieron la pasada semana en Pamplona con motivo de la XVII reunión de la Sociedad Española de Psicogeriatría (SPEG) que versó sobre la prevención ante enfermedades como la depresión, pues entre el 12% y el 15% de las personas mayores de 65 años la sufren y supone «la enfermedad mental más prevalente en ancianos».
No obstante, los expertos lanzaron un mensaje de tranquilidad y expusieron que la depresión es una enfermedad «muy grave» pero para la que existen distintas estrategias preventivas sobre las que se hablará durante estas jornadas en la capital navarra.
Bajo el lema ‘Prevención en Psicogeriatría: estamos a tiempo’, este encuentro en Pamplona se trata de la cita anual que la sociedad científica celebra con el objetivo de actualizar conocimientos y concienciar a la sociedad de que existe «una alta tasa de trastornos psiquiátricos entre los ancianos que no están bien atendidos».
Entre las medidas aportadas señalaron el reconocimiento de la especialidad de Psiquiatría Geriátrica, la planificación y desarrollo de los recursos asistenciales psicogeriátricos o la sensibilización social sobre la importancia de estos problemas, entre otras.
El director de la SEPG, Manuel Martín, fue el encargado de presentar esta jornada nacional, a la vez que se mostró esperanzado ante el futuro al que se enfrenta esta especialidad, ya que en los últimos veinte años se han experimentado progresos en los tratamientos y terapias.
Envejecimiento saludable
En esta línea también se expresó el doctor Jefrey Lyness, quien consideró que «es el momento de abordar la prevención en psicogeriatría. Conocemos mucho ya sobre marcadores de riesgo que indican el inicio de enfermedades y sobre los factores que podrían llevar a la intervención», sostuvo.
Al respecto, expuso que varios estudios recientemente analizados han sugerido que la intervención pueda ser factible para casos de depresión en edades avanzadas. Además, indicó que espera que la intervención también pueda demostrarse posible para la enfermedad de Alzheimer y otros trastornos mentales importantes en la tercera edad.
Lyness habló de «poner los cimientos» para lograr identificar los factores de riesgo de la población que puede desarrollar trastornos. En este grupo señaló que se encontrarían los ancianos que no reciben atención médica o de algún agente de salud, así como las personas aisladas y con limitaciones físicas, que tienen un riesgo más alto de desarrollar depresión.
Por su parte, el doctor Mateos explicó que cada vez hay más datos que indican que la prevención de las enfermedades en la edad avanzada consiste en realizar varias estrategias de prevención a lo largo de toda la vida. Pero, insistió, «quizás el principal mensaje de prevención en psicogeriatría es que la prevención primaria, es decir, la prevención universal, debe empezar en la madurez».
Asimismo, expuso que «la mejor solución» es lo que se denomina el envejecimiento saludable, «la posibilidad de hacerse mayor sabiendo desarrollar al máximo los recursos del cuerpo y de la mente para retrasar al máximo la aparición de las limitaciones funcionales que impondrá el desgaste del organismo, y disfrutando todo los posible de los recursos de cada edad», concluyó.
A modo de conclusión, los expertos pusieron sobre la mesa algunas de las recomendaciones a seguir como el ejercicio físico e intelectual, la alimentación, la prevención de determinadas patologías como la obesidad o la diabetes, el tabaquismo o la hipertensión.