El conocido como herpes labial u oral no es otra cosa que una infección producida por el virus del herpes simple y que se suele extender por partes de la boca, comúnmente en los labios pero no de forma exclusiva. Como decimos, se trata de una infección la cual se debe tratar con cautela para no propagarla por las personas de su entorno. Hoy les facilitamos una serie de consejos sobre cómo tratar el herpes labial.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), en el mundo hay cerca de 3700 millones, menores de 50 años, infectadas por el tipo 1 del herpes simple. El segundo tipo, vinculado a los genitales, afecta a 417 millones de personas de entre 15 y 49 años. Así lo destaca ‘CinfaSalud’, quien también aporta los consejos para su tratamiento.
El herpes simple suele aparecer antes de los 20 años por contacto con la saliva u otras secreciones o compartiendo objetos. El de tipo dos se transmite especialmente por una relación sexual.
Síntomas:
- Picor, quemazón y dolor en la piel de los labios o por las inmediaciones.
- Erupción en la piel uno o dos días después, manifestándose en ampollas.
- Formación de una costra de color amarillo al cabo de, aproximadamente, una semana.
- Puede acompañarse de fiebre, malestar general, inflamación de los ganglios o cansancio.
Suele desaparecer al cabo de los 14 días. En caso contrario, de necesitarse un tratamiento, contacte con su especialista quien, probablemente base su tratamiento en antivirales. Para remitir el dolor se recurre a analgésicos como el paracetamol. El primer consejo de tratamiento para tratar el herpes labial es no tocar o reventar las ampollas.
Los diez consejos sobre el herpes labial según Cinfa:
- No besar ni tocar la piel de otras personas con el herpes activo.
- Lavar las manos con asiduidad.
- Evitar manipular las vesículas y no entrar en contacto con niños o personas con eccemas o inmunodeprimidas.
- No tocar otras partes de tu propio cuerpo, especialmente ojos y genitales.
- No compartir alimentos o bebidas con otras personas.
- Evite comidas picantes o saladas, cítricos y bebidas calientes.
- No te expongas al frío ni al sol.
- Trata de evitar o controlar el estrés
- Descansa bien.
- Ponte en mano de un especialista en caso de recaer con cierta frecuencia.