Un año más la Organización Mundial de la Salud (OMS) y sus asociados celebraron el pasado 31 de mayo el Día Mundial Sin Tabaco. Una fecha dedicada a destacar los riesgos para la salud asociados al consumo de tabaco y promover la aplicación de políticas públicas eficaces para reducir el consumo. Este año se ha hecho un especial llamamiento a los países a que colaboren para poner fin al comercio ilícito de productos de tabaco. Y es que supone un importante motivo de inquietud y preocupación mundial, tanto por su perjudicial efecto sobre la salud, como por su relación con el derecho y la economía, la gobernanza y la corrupción.
Según recientes estudios el mercado del tabaco ilícito podría suponer hasta una décima parte de los cigarrillos consumidos en el mundo, lo que supone más de € 10 000 millones cada año en impuestos e ingresos aduaneros no percibidos. Se trata de un problema que se da en todos los países del mundo, por el cual la comunidad internacional negoció y adoptó en noviembre de 2012 el primer protocolo del Convenio Marco de la OMS para el Control del Tabaco.
Gracias al comercio ilícito los grupos criminales amasan grandes fortunas con las que financian otras actividades delictivas. Y supone un gran daño a la salud de la población, especialmente a los jóvenes y los grupos de bajos ingresos, porque aumenta la accesibilidad y la asequibilidad de esos productos, dado su menor costo. Los productos ilícitos de tabaco arrastran a los jóvenes a probar y consumir tabaco antes y sin conocer sus riesgos, porque no llevan advertencias sanitarias, y en ocasiones empujan a los niños a participar en actividades de venta ilegal.
Oximesa, empresa especializada en atención domiciliaria a pacientes con enfermedades respiratorias, se suma los objetivos de esta campaña contra la epidemia mundial de tabaco que mata cada año a casi 6 millones de personas, de las cuales más de 600.000 son no fumadores que mueren por haber respirado humo pasivamente. Las previsiones no son nada halagüeñas, a partir de 2030 la epidemia matará cada año a más de 8 millones de personas.
Oximesa se propone contribuir a difundir este mensaje de alerta, prevención y concienciación contra el tabaco, así como contribuir a la mejora de la calidad de vida de las personas afectadas por el tabaquismo, a través de la apuesta por la innovación y la prestación de servicios relacionados con tratamientos y terapias que ayuden a su bienestar.