En la mayoría de los casos, el periodo de gestación suele durar nueve meses. Muchos son los factores que influyen de forma hormonal, física y psicológica en la mujer. Vómitos, náuseas, cambios de humor etc.
Cambios de humor, dificultad para la concentración, brote de episodios de insomnio etc, suelen darse a los pocos días del parto y también es conocido como la “melancolía de la maternidad”.
El problema viene cuando en vez de ser algo pasajero se vuelve en constante, lo que provoca que se convierta en algo que dure más de lo esperado. Es cuando se presenta la depresión posparto
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Pero una vez se da a luz, las complicaciones, en algunos casos, en vez de cesar, se convierten en una constante. En algunas mujeres, la cosa va más allá y no es un efecto pasajero. Es una realidad. Es la denominada depresión posparto.
Ésta es considerada como una enferemedad. Sus principales síntomas son la tristeza, sentimiento de culpabilidad, pérdida de apetito y ganas de disfrutar la vida, pérdida o ganancia de peso continuada o mostrar poco interés por su bebé.
Pero el problema puede ir mucho más allá. Según datos consultados en familydoctor.org, uno de factores que suelen venir parejos a este trastorno es la llamada psicosis posparto, cuya traducción es la de hacer daño tanto a ella misma como al bebé.
Pero ¿ por qué se produce?
No existe bases establecidas sobre su puesta en escena. Una de las causas puede deberse a bruscos cambios hormonales, lo que suele provocar la proliferación de cambios químicos en el cerebro y que a su vez, influyen en la depresión.
Bien es cierto que puede deberse a diversos factores. Síndrome posmenstrual severo, estrés matrimonial, estrés o ansiedad durante el embarazo, graves problemas personales o depresión postparto previa, pueden ser algunos de los atenuantes.
La ayuda psicológica es uno de los elementos que más suelen funcionar debido a que suele revertir el efecto de culpabilidad o deseo de dañar al pequeño. Por ello, antes de la automedicación, siempre debe recurrise a la ayuda de un profesional.