¿Eres de los que te despiertas con pocas ganas? Seguro que tu respuesta es sí y no es raro… ¡se está tan a gusto en la cama! Levantarnos es un duro trabajo que realizamos cada día. Por eso genera un sentimiento de malestar y mal humor pasajeros, que suelen durar varios minutos hasta que conectamos con el mundo que nos rodea. Sin embargo hay personas, a los que les cuesta mucho más recobrarse, el lapso de tiempo se prolonga y pueden pasar horas con esta sensación.
La inercia del sueño: su intensidad depende de la fase del sueño al despertar
La explicación parece estar en un fenómeno denominado “inercia del sueño”, un estado de confusión que sufrimos la mayoría de la población cuando nos despertamos, y que en condiciones normales dura aproximadamente una hora. Aunque no se ha aclarado totalmente porque se produce esta circunstancia particular, algunos estudios apuntan a una sustancia que trabaja como reguladora del ciclo sueño-vigilia en el cerebro: la adenosina.
Por eso un café, ya que la cafeína bloquea los receptores de adenosina en el cerebro, puede ayudarnos bastante a la hora de recuperarnos tras un período de sueño.
No se trata de cantidad sino de calidad
La privación del sueño , como la experimentada por el trabajo por turnos, el jet lag, trastornos del sueño o la dada por el envejecimiento conduce al deterioro de muchos aspectos de la salud. Un sueño óptimo requiere de cantidad y sobre todo calidad, de nada sirve dormir mucho cuando todas las fases del sueño, no se han sucedido de manera natural, sobre todo la fase de ondas lentas (cuando tiene lugar el sueño reparador).
Para investigar cómo funciona el cerebro durante la pérdida de sueño, en un estudio dirigido por el Doctor Vicenzo Muto de la Universidad de Lieja, sobre ritmos circadianos y privación de sueño quedó patente como la cognición se deteriora rápidamente y de forma sustancial cuando nos quedamos despiertos toda la noche
No dormir bien tiene además otros efectos en nuestro cerebro.
Y uno de ellos está directamente relacionado con la negatividad: cuando no dormimos bien, nos centramos en los aspectos negativos de las situaciones y manejamos peor el sentido del humor. Un cerebro descansado facilita el flujo de información, lo que hace que interpretemos la realidad desde un prisma diferente.
¿Eres búho o alondra?
Existen personas que prefieren quedarse dormidos hasta altas horas de la madrugada sin que ello les afecte demasiado y, por el contrario, otras disfrutan madrugando ¿en qué grupo estás tú? Explora tus preferencias y esto te dará la clave para planificar tu día a día, quizás de este modo el mal humor matutino te durará menos.
Y si irremediablemente no puedes evitar que el mal humor te acompañe durante toda la mañana, puedes consolarte pensando que puedes disfrutar de todo el fin de semana para dormir.