Ayer entró en vigor la generalización de la prescripción por principio activo en el Sistema Nacional de Salud (SNS), prevista por el Real Decreto Ley 9/2011, que establece que los profesionales sanitarios con capacidad para prescribir medicamentos lo deberán hacer consignando en la receta el nombre del principio activo del medicamento y no de la marca.
Esta medida fue acordada por la titular del ramo, Leire Pajín, y las comunidades el pasado mes de julio, y con ella está previsto un «importante» ahorro para el SNS de alrededor de 2.000 millones de euros anuales. Además, la norma establece que en la oficina de farmacia se deberá dispensar un medicamento de los que estén a menor precio dentro de los que contengan el mismo principio activo que el prescrito, la misma dosificación y la misma vía de administración.
No obstante, el médico siempre podrá prescribir al paciente el medicamento que considere más apropiado, tenga el precio que tenga, siempre que exista una necesidad terapéutica justificada. En estos casos, la Comisión Permanente de Farmacia del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud ha acordado que en las recetas oficiales en formato papel el médico consigne la anotación de «necesidad terapéutica» avalada con su firma, lo que posibilitará, en cualquier oficina de farmacia del Estado, la dispensación del medicamento prescrito.
En cambio, en aquellos casos «excepcionales» en los que el médico prescriba un medicamento que sea más caro que sus iguales (de la misma agrupación homogénea) y no justifique su necesidad terapéutica, el farmacéutico estará obligado a sustituirlo por otro medicamento con el mismo principio activo, misma dosis y misma vía de administración.
El principio activo, según recuerda Sanidad, es la sustancia que hace que el medicamento tenga sus efectos terapéuticos «al margen del nombre comercial que pueda tener cada uno», por lo que con esta medida se continúa garantizando «igual que hasta ahora» la seguridad, la calidad y la eficacia de todos los medicamentos. Además, aseguran que tras anunciar esta medida «la inmensa mayoría de los medicamentos han bajado sus precios para igualarse al precio menor», por lo que «no será necesario cambiar el medicamento que los pacientes están tomando».