El cuidado de la boca es una de las cuestiones de mayor prevalencia en el ser humano. Según datos ofrecidos por la American Academy of Allergy and Inmunology (AAAAI, EEUU), la mayoría de los efectos nocivos en infecciones de boca (dientes, encías y lengua), producen el temido por muchos, mal aliento.
En determinados casos, se traduce en un trastorno bucal denominado Halitosis. En sí, tras estudios realizados, se pronostisca que en torno al 50% de la población lo padece. Pero existen determinadas cuestiones por las que en vez de ser un efecto que puede tener remedio con la simple higiene de la boca, se pasa al efecto crónico.
Este puede ser provocado por el abandono e incluso por enfermeades como el cáncer de pulmón. Además, se suele dar en individuos mayores de cincuenta años. En realidad, el mal aliento también puede venir provocado por la descomposición de los alimentos. Esto se produce por el no cepillado durante varios días. La boca se convierte en una bolsa de basura.
El problema puede ir a más. Las enfermedades como la gengivitis puede ser una de las principales causas debido a que proliferan el número de bacterias. Si a esto se le une una alimentación que esté basada en alimentos de alto contenido graso, el resultado puede ser bastante desagradable.
Aunque como se ha citado anteriormente, también puede deberse a un problema de enfermedad crónica. Bien sea de pulmón, hígado, riñón o diabetes.
Cómo combatir el mal aliento
Higiene y más higiene bucal. La boca, es una de las partes más castigadas debido a que en ella se encuentran muchas de las fases vitales. Masticar, tragar, respirar… . Por ello, llevar a cabo un continuo cuidado de la misma, es la mejor opción.
Utilizar dentífricos con fluor al mismo tiempo que un potente enjuague bucal, reducir el número de carne y sustituirlo por frutas y verduras así como llevar a cabo un par de visitas al año a su odontólogo, son las recomendaciones más seguras.