La postura corporal es la forma de mantener o sostener el cuerpo, ya sea de forma estática (sentado, de pie o tumbado) o en movimiento (andando, corriendo…). Mantener una postura correcta es clave para gozar de buena salud a largo plazo, ya que una mala postura puede acarrear diversos trastornos físicos y funcionales que generan dolor y afectan a la calidad de vida.
Consecuencias de una mala postura
Una mala postura puede:
- Desalinear el sistema musculoesquelético.
- Desgastar la columna vertebral, haciéndola más frágil.
- Disminuir la flexibilidad.
- Afectar a la forma de moverse de las articulaciones.
- Afectar al equilibrio, aumentando el riesgo de caída.
- Hacer más difícil la digestión de la comida.
- Dificultar la respiración.
- Aumentar el riesgo de padecer lesiones: una mala postura al hacer ejercicio puede sobrecargar zonas corporales que acabarán lesionadas.
Asimismo, la mala postura puede causar diversos dolores:
- Lumbar: puede extenderse hasta los glúteos e incluso hacia las piernas. Aparece cuando la persona permanece mucho tiempo sentada con la espalda encorvada o tras cargar algo pesado.
- En la zona central de la espalda: este dolor aparece al sentarse con la curva dorsal exagerada o al permanecer parado durante mucho tiempo.
- Dolor de cuello y cabeza: en muchas ocasiones aparecen como consecuencia de la tensión muscular en la zona cervical. Esta tensión puede tener su origen en el estrés.
Además, una mala postura puede transmitir una imagen personal deteriorada, en la que se aparentan más años y peso. Si la columna está encorvada y se camina echando la pelvis hacia delante, hay más probabilidades de debilitar los músculos del abdomen y tener un vientre abultado. Por el contrario, la columna recta aparenta elegancia y esbeltez.
Cómo mantener una buena postura
La clave para lograr una buena postura es la posición de la columna vertebral. En una postura correcta deberían mantenerse las tres curvas naturales de la columna (cuello, parte media y parte baja de la espalda) pero sin aumentarlas. La cabeza debe estar erguida sobre los hombros y éstos últimos alinearse con las caderas.
Cómo mejorar la postura al sentar sentado
Muchas personas pasan muchas horas sentadas porque su trabajo así lo requiere. Para mantener una buena postura y evitar dolores es importante seguir estos consejos:
- La espalda debe estar erguida y bien apoyada. También las caderas y los muslos deben apoyarse sobre el asiento. Nunca hay que sentarse al borde de la silla.
- Los hombros tienen que estar relajados, no encorvados hacia atrás ni hacia delante.
- No hay que cruzar las piernas, ya que esto puede alterar la circulación.
- Los pies tienen que apoyar sobre el suelo por completo. Si no es posible, lo recomendable es usar un reposapiés.
- Las rodillas deben formar un ángulo recto con las caderas.
- La silla de trabajo tiene que estar cerca de la mesa para evitar la inclinación del cuerpo hacia delante. Su altura dependerá de la estatura del usuario.
- Es recomendable estirar los músculos suavemente de vez en cuando para aliviar la tensión. Asimismo, conviene levantarse periódicamente para caminar un poco.
Cómo mejorar la postura al estar de pie
La postura adecuada para estar parado y de pie es con el cuerpo y la cabeza erguidos, el pecho arriba y el abdomen contraído, pues los músculos de esta zona ayudan a estabilizar el cuerpo. Los brazos tienen que colgar naturalmente a los lados y los hombros no pueden encorvarse. El peso debe quedar bien repartido en ambas piernas, que tienen que estar separadas a la altura de los hombros. Asimismo, si se va a permanecer mucho rato estático, es aconsejable poner un pie más adelantado que el otro y cambiar a menudo de posición.
Al andar también se debe mantener la cabeza y el cuello erguidos, evitando mirar al suelo, ya que esto puede provocar dolor cervical. Al pisar hay que apoyar primero el talón y luego la punta. A la hora de correr los codos deben estar flexionados en ángulo recto para que el movimiento de los brazos acompañe a las piernas.