Seguro que en alguna ocasión nos hemos visto tentados a decorar una de las habitaciones de nuestra de casa de color rojo intenso, naranja brillante, azul eléctrico… pero algo un nuestro interior nos dice «mejor algo más suave». De forma inconsciente estamos recurriendo a la colorterapia o cromoterapia. Hoy desde Grupo Lo Monaco os explicamos algunas claves.
La cromoterapia es un método que utiliza las diferentes gamas de color como agentes terapéuticos, que podrían aplicarse para un amplio espectro de situaciones, pudiendo extender su uso, desde la simple regulación de estados de ánimo, hasta la supuesta corrección de anomalías más complejas. De entre las técnicas más conocidas dentro de la cromoterapia, destacamos el uso de la pintura para la creación ambientes, el contraste de color en elementos decorativos y la combinación de colores, lo que se denomina «cromoterapia ambiental«.
Y es que aplicar las reglas de la colorterapia en nuestros hogares, puede contribuir al bienestar y a la armonía en nuestro día a día, sin olvidar cuestiones meramente estéticas.
Como breve introducción a la materia, podemos establecer la clasificación más simple y extendida sobre colores que existe: colores fríos y colores cálidos:
Colores Fríos: Encontraríamos la gama de violetas, azules, verdes, que inducen a la paz, la soledad, la relajación, la reflexión, etc.
Colores Cálidos: La gama de rojos, amarillos y naranjas, nos hacen sentirnos vitales, nerviosos, felices, etc.
Además de estos principios generales, existen algunas indicaciones para la utilización de colores:
– Debemos atender a las diferencias cromáticas dentro de la misma categoría, porque los matices pueden hacernos experimentar sensaciones completamente diferentes a las deseadas, por ejemplo los tonos claros de la gama de los colores cálidos, también nos proporcionarán sensaciones de delicadeza y harán las habitaciones acogedoras.
– No se deben tratar los colores aisladamente, sino que debe contemplarse la intensidad que tomará en contraste con otros colores y que luz recibirán. Existen combinaciones tonales (que combinan por ejemplo diferentes tonos de verde), combinaciones análogas o armónicas (que integran colores contiguos en el esquema de color), y contrastes (combinan dos colores diametralmente opuestos en el esquema de color), estas últimas son recomendables para lugares de paso en el hogar y estancias donde se está poco tiempo. Para dormitorios y estudios, son ideales las gamas de azules y las combinaciones próximas en el círculo cromático (por ejemplo, violeta claro, azul celeste y verde agua) y nunca combinar más de tres colores. Además los tonos pasteles siempre son agradables para la mayoría de las personas, generan tranquilidad y nos permiten introducir todo tipo de texturas y contrastes.
Y lo fundamental, el dormitorio el lugar por excelencia para descansar, además de seguir las premisas de la cromoterapia para el descanso, debe estar equipado con un buen colchón, un canapé, y una almohada, todo esto hará de nuestras habitaciones un oasis de relajación.