El programa que se desarrolla en los centros educativos de Andalucía está concebido desde una perspectiva salutogénica, ya que pone el énfasis en todo aquello que genera salud y no en lo que provoca enfermedad
El nuevo curso escolar que arranca este mes de septiembre mantiene, junto a la programación eminentemente dirigida a lo reglado, una serie de ofertas dirigidas a la adopción de hábitos beneficiosos no sólo para los escolares, sino también para el conjunto de la sociedad. Parte de esta oferta está recogida en el Programa para la Innovación Educativa Hábitos de Vida Saludable (HHVS), desarrollado por la Consejería de Desarrollo Educativo y Formación Profesional, en colaboración con las consejería de Salud y Consumo y la de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural de la Junta de Andalucía.
El mismo constituye una herramienta para el desarrollo de las competencias clave del alumnado, el intercambio de experiencias, el trabajo en equipo, la creación de redes interprofesionales y el desarrollo de metodologías innovadoras en materia de promoción de la salud, facilitando el tratamiento de los contenidos curriculares relacionados con el bienestar emocional, la alimentación y la actividad física, los hábitos de higiene y el autocuidado, la educación vial, el uso responsable de las tecnologías, o la prevención del consumo de sustancias adictivas, incluidos en el Proyecto de Centro.
La salud, lo primero
Su característica principal, como destaca la Junta de Andalucía, es que está concebido desde una perspectiva salutogénica, pone el énfasis en aquello que genera salud y no en lo que provoca enfermedad, abordando las cuatro dimensiones fundamentales en la promoción de la salud en la escuela como son: el currículo, el entorno psicosocial del centro, la familia y la colaboración con los recursos comunitarios que protegen y promueven el valor salud, tanto individual como colectivo en entornos solidarios, respetuosos e inclusivos.
Modalidades
El Programa para la Innovación Educativa, Hábitos de Vida Saludable se presenta en diversos ámbitos de participación cuando se refiere a edades comprendidas entre los 0 y los 16 años de edad.
Así, la modalidad Creciendo en salud 0-3 es un proyecto piloto dirigido a Escuelas infantiles con alumnado comprendido entre los cero y los tres años.
La modalidad Creciendo en Salud se dirige a educación infantil, educación especial y educación primaria, con objetivos, líneas de actuación y desarrollo diferenciado que marca la forma de actuación desde la idea de que el secreto de la salud para la mente y el cuerpo no es lamentarse por el pasado, ni preocuparse por el futuro, o no anticipar problemas, sino vivir el momento presente con prudencia y seriedad.
Creciendo en Salud se dirige en Andalucía a educación infantil, educación especial y educación primaria
La idea es realizar, a lo largo del curso escolar, una serie de actividades que ponga en valor la importancia de disponer de una vida sana conduciendo al alumnado a practicarla, a dotarse con una serie de hábitos que, desde su sencillez los lleven a comprender la importancia que tienen para mejorar sus condiciones de vida.
Y lógicamente, se comienza por la alimentación. Comer más frutas y verduras es una baza importantísima y hay que inculcar a los escolares que los alimentos vegetales, especialmente las frutas, hortalizas y verduras, son beneficiosos para la salud. Está probado que una adecuada alimentación –especialmente la ingesta de verduras, hortalizas y frutas– puede ayudar a prevenir algunos tipos de cáncer como el de boca, faringe, laringe, pulmón, esófago, estómago, colon, mama y vejiga.
Los beneficios de aumentar el consumo de verduras, hortalizas y frutas también se extienden a otras enfermedades crónicas: prevención de enfermedades cardiovasculares, de la obesidad, freno del deterioro por la edad, estitimulación del sistema inmune.
Equilibrio y vida activa
Mantener una alimentación equilibrada es fundamental en nuestro día a día pero lo ideal es compaginar esta con la realización de actividad física que evite el sedentarismo.
El Gobierno andaluz ha puesto en marcha el Plan para la Promoción de la Actividad Física y la Alimentación Equilibrada que tiene como eje central el fomento de la práctica de actividad física y la alimentación equilibrada entre la población andaluza, como medidas para prevenir la enfermedad y la discapacidad, y mejorar la calidad de vida de los andaluces y andaluzas.
Para ello, se plantean una serie de objetivos operativos en función de la población destinataria y ámbito de intervención identificado: población general, servicios sanitarios, ámbito educativo, entorno laboral e industria alimentaria y restauración.
En la práctica
Las aulas, en el desarrollo de este programa, se convierten en el lugar idóneo para adquirir hábitos que nos lleven a ese objetivo saludable. Y no se trata de disponer de grandes artilugios ni herramientas complicadas. Basta con aplicar una serie de consejos al alcance de todos, consejos tales como subir las escaleras antes que coger el ascensor ya que ello ayuda de la forma más cotidiana a hacer actividad física sin darnos cuenta.
A este respecto, el Gobierno andaluz también ha puesto en marcha el proyecto ‘Escaleras es Salud’ como parte de las actuaciones de promoción de la vida activa para fomentar la actividad física en la población andaluza, a través del Plan para la Promoción de la Actividad Física y la Alimentación Equilibrada (PAFAE).
Asimismo, desde el aula se inculcan enseñanzas sobre la vida activa, recomendando llevar a cabo una actividad física en función de la edad; mantener una boca sana y cuidada todo el año para evitar tener problemas en un futuro. La cartera de servicios de la sanidad pública andaluza incluye el cuidado de la salud bucodental con especial atención a niñas y niños, para garantizarles unos dientes sanos desde la infancia. Además, la asistencia dental incluye medidas para facilitar a las personas con discapacidad física o psíquica una prestación efectiva.
En la práctica, el trabajo llevado a cabo en los centros educativos andaluces a través de este Programa no se queda sólo en cuestiones relacionadas con consumir una dieta equilibrada, realizar actividad física y adquirir el hábito para disfrutar de una higiene personal, incluida la bucal adecuada. También se enseña en la escuela a tener un patrón y una calidad de sueño óptimo y a evitar hábitos tóxicos como fumar, consumir drogas o tomar alcohol.
Otras de las enseñanzas a las que se accede a través de este programa en el que participan varias consejerías son las de saber mantener siempre una actitud positiva así como disponer de mecanismos propios para poder evitar el estrés innecesario y disponer de algunos conocimientos primarios sobre cómo actuar ante los problemas y aprender una serie de mecanismos que nos permitan disponer de defensas, para no caer en la depresión.
