El proyecto Europe «EUBrazilCloudConnect», que pone en marcha una infraestructura en la nube destinada a la ciencia, también desarrollará trabajos sobre la generación de modelos basados en la distribución de la flora que permitan predecir con mayor fiabilidad el impacto del cambio climático. El investigador de la UPV y coordinador del proyecto, Ignacio Blanquer, ha explicado a EFE que gracias a estos tres trabajos «se podrán demostrar los beneficios de usar recursos en la nube para diferentes casos científicos».
El subproyecto del laboratorio virtual sobre la leishmaniasis, «una enfermedad endémica» en España, plantea crear modelos epidemiológicos más precisos, a partir de las características de los insectos que transmiten esta enfermedad y sus condiciones de vida, así como de la información genómica del patógeno. «Sabiendo las condiciones climáticas del futuro, podemos estimar el riesgo de propagación de la patología, antes de que se produzca la enfermedad», ha apuntado Blanquer, quien ha incidido en que esta patología afecta a países en desarrollo y «hay que tener un buen conocimiento de la propagación» para prevenirla.
Ahora hay «nuevas técnicas» que, además de usar la información clínica habitual, utilizan la de las especies de insectos que la transmiten y sus hábitats y «si conocemos esto, no podemos adelantar a la enfermedad», ha apuntado, a la par que ha resaltado que «se unirán bases de datos de dos partes del mundo para tener mayor capacidad».
Los trabajos para crear un sistema virtual de simulación cardíaca permitirá interconectar el simulador de corazón humano del Centro de Supercomputación de Barcelona (ALYA) con el simulador ADAN, generado por el Laboratorio de computación científica de Brasil, para crear «las simulaciones más completas hasta el momento del sistema vascular». «Hasta ahora había simulaciones de algunas partes, de un aneurisma o del corazón y en este proyecto se unen los dos simuladores más completos», ha explicado. ALYA hará la simulación del corazón y ADAN del resto de los vasos, y, según Blanquer, «se ejecutarán de forma coordinada usando la nube, lo que permitirá «tener mayor precisión a la hora de simular la presión sanguínea en los vasos y en como circula la sangre por el corazón».