Hasta la fecha, la cosmética clásica se ha asentado en una concepción de modos y tendencias combinadas con lo tradicional y lo semiexperimental. Por su parte, la biológica ha ahondado más en el cuidado a largo plazo de la piel gracias a una búsqueda de la calidad mediante la extracción de sus componentes así como una mayor concetración de activos. Como defiende Cundi Riviera, Cosmetóloga y Directora del Gabinete Estético de CMC Medical Group, «la epidermis es nuestra conexión entre el mundo exterior y nuestro medio interno, y es el reflejo de lo vivido. Último escudo contra las agresiones externas».
Y es que la piel es el órgano rey por antonomasia. El de mayor volumen. En sí, se sostiene gracias un elevado potencial regenerador al igual que de reparación propia. Con el repetir de los despertares, ésta se debilita. Por ello, recuperar la luminosidad y la salubridad dérmica es tarea efectiva de la cosmética biológica ya que restaura la calidad original de la piel de forma natural. Son las propias capas de la epidermis las que son restauradas entre sí. Por consiguiente, el sujeto experimenta un aumento de autoestima ya que progresivamente ve resultados efectivos y salubres.
Los productos de origen biológico distan de los clásicos debido a que en sí se nutren de una mayor concentración de los principios activos (responsables del efecto que lleva a cabo un cosmético), ya que en la mayoría de éstos se consigue que los extractos activos ronden el 23%. Además, el empleo de dichos extractos son vegetales o biológicos de origen orgánico y biomarino. Gracias a su utilización, se garantiza un respeto de la estructura original de los activos mientras se potencia el proceso de extracción. Es más, mediante su empleo, se exime cualquier perfume sintético dentro de su composición permitiendo un respirar poroso de mayor calidad.
«El resultado es inmediato, la piel recobra, instantáneamente, su confort. Nada se enmascara, todo es autentico, es la naturaleza en la piel», defiende la doctora Cundi Riviera. La conservación de todas y cada una de las propiedades que componen los activos, se llevan a cabo métodos combinados que permiten un perfecto equilibrio ya que a los mecanismos particulares se suman las técnicas que defienden la estructura pura de los extractos. Estos productos de vanguardia, acompañados siempre de unos protocolos de actuación, «consiguen una eficacia inmediata, previenen la deshidratación, regulan el Ph epidérmico, fomentan la regeneración celular y aumentan la protección», aporta Riviera.
Las fases de los tratamientos
Según la documentación aportada por CMC Medical Group, los tratamientos se componen de varias fases. La fase de iniciación y la de tratamiento. La primera, se corresponde con la etapa de preparación para la piel. En ella la importancia es vital ya que es en este paso donde la epidermis se limpia, purifica, equilibra y exfolia suavemente. Para ello, el empleo de leches hidrateantantes, lociones exfoliantes enriquecidas con vitaminas y mascarillas estabilizantes compuestas de concentrados principios activos, fomentan un perfecto acoplamiento al tratamiento inicial.
En la segunda fase, llamada de sublimación, se llevan a cabo productos conformados por fuertes concentraciones de extractos botánicos, marinos y como no, biológicos. De este modo, al ser aplicados con una precisa metodología, permiten equilibrar, hidratar y regenerar la epidermis. Por su parte, los principios activos activan su acción sobre la calidad de la piel. En esta fase, se usan sueros sintéticos (excelentes correctores en deficiencias cutáneas), cremas que mantienen el nivel de hidratación así como fluidos finales que dan luminosidad para revivir la piel. Para potenciar los productos se utiliza el Remodeling Face que asocia el poder de las corrientes eléctricas con la acción de los productos biológicos, esta combinación permite revitalizar la piel estimulando las células de la epidermis.
El cuidado del cuerpo no entiende de moral. Muchas personas, buscan en lo físico el equilibrio de lo mental. La cosmética, como otros muchos tratamientos principalemente asociados al cuidado de la piel, se regeneran continuamente para ayudar a la salubridad del bienestar. El aporte biológico parece haber dado un aporte de mayor calidad, más natural. Con ello, puede que muchas personas vuelvan a ver en el espejo un amigo y no un enemigo que los arruga diariamente. No es la panacea puesto que los años no perdonan. Pero si una inyección de autoestima mediante el cuidado físico del cuerpo. De la piel.