El ritmo frenético que nos impone la Navidad al final acaba haciendo mella también en los más pequeños. Debemos ser conscientes que el estrés y la ansiedad que los adultos solemos sufrir durante estas fechas también puede terminar afectando a los niños.
Intensas reuniones familiares, cambios de horario y rutinas, comercios y calles abarrotadas, un sinfín de actividades diarias: ahora ver a cartero real, teatros navideños para niños… Y como colofón, los esperados regalos de la noche de Reyes, la noche con más magia del año por excelencia.
Nuestros niños terminan el día agotados, pero cargados de euforia, haciendo que se resientan sus horas de descanso nocturno. Tras varias semanas con este ritmo, el 5 de enero puede convertirse en la noche más difícil para dormir de todo el año.
Ansiedad ante la llegada de los Reyes Magos de Oriente
Los niños gestionarían mucho mejor la situación si no tuvieran a unos padres recordándoles constantemente que: “Si te portas mal, los Reyes te traerán carbón”, “los Reyes te están viendo, tú sigue así”, mensajes que pueden funcionar instantáneamente y a corto plazo, pero que sin duda generan un efecto negativo el niño.
Además un mensaje muy utilizado, que los adultos interpretamos como tranquilizador, es totalmente contraproducente: “duérmete pronto que te van a encontrar los reyes despiertos”. Este provoca aún más estrés del que la situación en sí genera. Y es que no hay nada más dañino para el sueño, que la prisa por dormir.
La excitación y los nervios de la tarde de la cabalgata no tiene comparación: los camellos, los ruidos, multitud de personas, lluvia de caramelos… ¡Los Reyes Magos ya están en la ciudad! Este ambiente puede afectar a los niños en forma de llantos, rabietas, peleas e inevitablemente insomnio.
Consejos para dormir la noche de Reyes.
– El 5 de Enero, madrugar es muy buena idea.
Aunque nos cueste y queramos aprovechar los últimos días de vacaciones, este día tenemos que levantarnos temprano. Así conseguiremos que a la hora de dormir, el cansancio de los niños sea nuestro mejor aliado.
– La agenda, bien cargada de actividades.
Planear con anterioridad un día repleto puede ser buena idea. Un buen paseo en bici (cuanto antes y cuanto más largo mejor) es un plan perfecto. Lo que pretendemos es que los pequeños tengan la mente distraída, y a ser posible, alejada de estímulos navideños.
– Prohibida la siesta.
Si todo el año es condición obligada, hoy precisamente no es una opción recomendada.
– A la hora de ir a la cama…
o Acompañarlo a la cama y contarle un cuento breve o, según la edad, hablar con el niño de algo que le resulte agradable y le permita conciliar el sueño.
o Apagar la luz y mantenernos a su lado mientras que consideremos oportuno.