Para saber por qué se origina una enfermedad (etiología) y cuál es su proceso (patogénesis) es necesario desarrollar en el laboratorio modelos que permitan imitar su comportamiento, que es lo que ha logrado por primera vez en el caso del tumor de músculo liso este grupo de trabajo.
Según, Menéndez, la investigación determinó que la eliminación de los genes p53 y Rb (retinoblastoma) en células madre mesenquimales hace que éstas se vuelvan cancerígenas y originen el leiomiosarcoma, lo que sirvió de base para desarrollar en el laboratorio un modelo de la enfermedad.
Las células madre mesenquimales son aquellas que, al ser multipotentes, pueden diferenciarse en numerosos tipos de tejidos como grasa, músculo, cartílago o hueso, y se encuentran en la médula ósea, la sangre periférica, el cordón umbilical y la grasa corporal.
A diferencia de las muestras de pacientes (biopsia o sangre), con las que sólo se puede diagnosticar y tratar la enfermedad, disponer de modelos establecidos en el laboratorio permite atacar y buscar «‘dianas terapéuticas’ para combatirla», explica el investigador.
Ésa es, según Menéndez, la principal aportación de esta investigación, que ha llevado entre 12 y 15 meses y cuyos resultados han sido publicados en la prestigiosa revista ‘Cancer Research’.
Líneas de investigación
Se trata de la investigación más reciente de las llevadas a cabo por el Banco Andaluz de Células Madre junto a la dada a conocer el pasado noviembre, que permitió la identificación de células madre distintas a la sangre implicadas en un tipo de leucemia infantil, lo que contribuirá a abrir nuevas vías de diagnóstico y tratamiento para esta enfermedad que afecta a niños menores de un año.
En la actualidad, el Banco Andaluz de Células Madre tiene abiertas cuatro líneas de investigación, entre ellas la dirigida por Menéndez, centrada en células madre, cáncer y desarrollo.
De las tres restantes, una es la desarrollada por el doctor José Luis García, cuya línea de trabajo está centrada en embriología molecular y retrotransposición.
Otra es la dirigida por la doctora Paola Leone, que trabaja en genómica del mieloma múltiple, una hemopatía maligna asociada a células plasmáticas, y la última, la dirigida por el doctor Francisco Martín, centrada en terapia celular y génica, principalmente en dos patologías: la conocida como Wiscott Aldrich -una enfermedad rara autoinmune- y la esclerosis múltiple.
El Banco Andaluz de Células Madre cuenta en la actualidad con una veintena de líneas celulares, tres de ellas de producción propia y el resto procedentes de otras instituciones o del banco nacional, que han sido destinadas a la investigación de una quincena de proyectos, todos ellos nacionales a excepción de uno sueco.