Una de muchas preocupaciones de los padres entorno a sus hijos, y su salud, es la de saber cuándo deben ponerle ortodoncia. Aunque cada niño es un mundo, existen diversas señales que nos avisan de que ha llegado el momento crucial de hacerle una visita al dentista.
¿Cuándo visitar al dentista por primera vez?
Desde Clínica Parra Vázquez (Guadix), recomiendan llevar a los niños por primera vez al ortodoncista a los seis años. Dado que es a partir de esta edad cuando comienzan a salir los primeros morales definitivos. Y también a esta edad se pueden empezar a estudiar los distintos huesos que actúan en la armonía facial y en la mordida del pequeño.
Contar con un diagnostico temprano en estos casos es un factor clave para disminuir el tiempo del tratamiento y la complejidad de éste.
Señales que indican que un niño necesita ortodoncia
Los problemas que pueden surgir en la boca de los niños suelen estar condicionados por la genética. Aunque en otros casos, pueden ser causa de malos hábitos adquiridos y repetidos en el tiempo.
Independientemente de sus causas, es recomendable acudir al ortodoncista en el caso de que se perciba algunos de los síntomas que detallamos a continuación, ya sea antes o después de los seis años.
¿Por qué mi hijo muerde con dificultad?
En ocasiones los niños hacen muecas extrañas al masticar o mastican por único lado como consecuencia de unos dientes mal posicionados. Esta falta de equilibrio, además de dificultarles la masticación, puede generarles dolores de cabeza, de cuello, o terminar provocando una mordida cruzada.
Por tanto, este es uno de los casos por los que acudir al dentista, ya que es posible que el niño requiera un tratamiento de ortodoncia.
Mi hijo hace sonidos extraños al abrir y cerrar la mandíbula
Si la mandíbula del menor hace ruidos raros cuando éste abre y cierra la boca, es posible que se trate de algún desorden mandibular. En estos casos, los niños pueden sufrir dolores de cabeza y de cuello.
A mi hijo le cuesta pronunciar correctamente
Muchos casos en los que los niños tienen problemas al hablar y pronunciar correctamente están motivados porque la lengua se interpone demasiado en esta labor. En estos casos, puede ser posible la acción conjunta del logopeda y el ortodoncista.
Mi hijo respira por la boca, ¿es malo?
Cuando las personas respiran por la boca, se dice que sufren el síndrome del respirador bucal. Y según un estudio, lo padece el 80% de la población. No obstante, a pesar de ser tan común, este hábito tiene consecuencias negativas para la salud.
Las personas suelen empezar a respirar por la boca tras una dificultad en las fosas nasales que le impide llevar a cabo este acto con normalidad.
Entre las consecuencias del síndrome del respirador bucal destacan el mal aliento, la asimetría facial, alteración en posturas que involucran la cabeza, el cuello y espalda, trastornos del sueño, y maloclusiones dentarias.
Cuando las personas respiran por la boca, suelen colocar la lengua en una posición baja y los labios entreabiertos. Al no sellar los labios, para tragar interponen la lengua y provocan una mordida abierta anterior inconscientemente. Este tipo de mordida puede reconocerse en los niños cuando los dientes de arriba no están en contacto con los de abajo y el paladar se vuelve más estrecho.
Para hacer que el paladar vuelva al tamaño adecuado puede requerirse un tratamiento de ortodoncia.
Los dientes de mi hijo están demasiado separados
Existen muchos motivos por los que los dientes pueden estar demasiado separados entre sí. Algunos de ellos son que el arco dental sea más ancho de la cuenta, a que falten dientes, o a que estos sean demasiado pequeños.
Mi hijo tiene los dientes apiñados
Lo correcto es que los dientes superiores encajen con los inferiores, cuando esto no ocurre las piezas dentales tienden a apiñarse. Un problema de alineamiento puede estar provocado por un arco dental más pequeño de la cuenta o por unos dientes grandes.
Si tu hijo sufre alguno de estos problemas, y buscas un dentista en la comarca de Guadix, en Clínica Parra Vázquez cuentan con grandes profesionales para diagnosticar el uso de ortodoncia y ponerle solución a los problemas bucales de los más pequeños.