El colchón es un elemento fundamental para el buen descanso y salud de todas las personas, especialmente de las mayores. Los problemas de movilidad, dolores musculares crónicos y algunas enfermedades propias de la edad hacen que el cuerpo necesite dormir menos horas, pero de forma más profunda.
Así, el nivel de adaptabilidad, el material con que están hechos, la capacidad para distribuir el peso o el grado de firmeza son características a tener muy en cuenta a la hora de elegir un colchón para una persona de edad avanzada.
En este sentido, los expertos en material de descanso como Sofareva aseguran que los mejores colchones son aquellos que facilitan la transpiración y se adaptan al cuerpo de la persona para proporcionar la mejor calidad de descanso, como los de látex y los de espuma viscoelástica.
Tips para escoger el colchón adecuado
Lo más importante es que haya un equilibrio entre el nivel de adaptabilidad y el nivel de rigidez del colchón. En este sentido, los colchones de espuma viscoelástica no solo son conocidos por su durabilidad, sino que tienen una memoria termo sensitiva que se adapta al calor liberado por el cuerpo, así como a la temperatura ambiente.
Además, este tipo de colchones son capaces de adaptarse por completo a la morfología y peso de la persona para ofrecer un grado de confort óptimo y una experiencia envolvente. Las sensaciones de ingravidez y bienestar que proporciona este material son perfectas para todas las edades, pero especialmente indicado para personas mayores.
Por otro lado, el látex ofrece una flexibilidad y elasticidad que le permite adaptarse a la forma del cuerpo de forma que proporciona alivio de dolores de espalda y musculares. El látex natural también tiene propiedades termorreguladoras que facilitan el descanso. Otra de sus características principales es que es un material con cualidades antibacterianas e hipoalergénicas.
Su resistencia y durabilidad, además de su óptima eficiencia lo convierten en el material ideal con el que debe estar fabricado un colchón de calidad. Cada parte del colchón se adapta a la perfección al peso de cada parte del cuerpo proporcionando un descanso profundo y reparador al tiempo que protege la salud músculo-esquelética de la persona que lo utiliza.
Por lo tanto, teniendo en cuenta que la mayoría de las personas mayores padecen de dolores óseos, problemas circulatorios o respiratorios o incluso puede que necesiten permanecer en la cama por alguna convalecencia, el mejor colchón es aquel que cumpla con las siguientes características:
- Máxima transpiración evitando hundimientos y libertad de movimientos
- Nivel de firmeza adecuado que aporte la presión perfecta para cada parte del cuerpo
- Facilidad de mantenimiento higiénico, que sea de limpieza fácil y efectiva
- Resistencia y densidad adecuadas para las necesidades de cada cuerpo
- Capacidad de regular la temperatura para adaptarse a las necesidades de frío o calor
- Tamaño adecuado que permita una buena calidad de descanso
Por otro lado, hay que añadir que las personas mayores al verse habitualmente más limitadas en movimiento, un colchón excesivamente alto no es recomendable para ellas. Así que la altura es muy crucial y se recomienda que el colchón sea menor a 20 centímetros de grosor de manera que pueda sentarse en él sin problema, además de prescindir de un somier de perfil bajo.
Por último, a las personas de edad avanzada les conviene seguir unos hábitos de sueño que les faciliten el descanso. Para ello es conveniente que tengan un horario fijo para acostarse y levantarse, eviten la cafeína, la teína, el alcohol y el tabaco, practiquen ejercicio durante al menos una hora al día dentro de sus posibilidades, y no hacer cenas copiosas. Con todo ello su calidad de sueño mejorará y con ella su salud.