Millones de personas en el mundo son alérgicas; en España, concretamente, se estima que un 25% de la población sufre problemas de alergia (según la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica). Las
enfermedades alérgicas se producen cuando una sustancia que para unas personas es inocua, para otras es capaz de desencadenar una reacción de su sistema inmunológico, que da lugar a manifestaciones de diversos tipos: síntomas nasales, rinorrea, picor en la nariz y ojos, sensación de asfixia, sibilancias en el tórax, manifestaciones cutáneas como ronchas y picores en la piel, eccemas… y malestar generalizado.
En cuanto a los alérgenos, podríamos establecer una clasificación basados en diferentes tipos de categorías (medio de contacto con el organismo, según origen del alérgeno, tamaño del alérgeno, etc.), aunque en este caso nos centraremos en vía por la que entran en el organismo. Dentro de los agentes que causan alergias por inhalación, la principal causa de reacción en nuestro país es el polvo doméstico, aunque realmente los «culpables» son unos arácnidos diminutos, llamados ácaros que habitan en el polvo (y concretamente sus residuos fecales). Estos ácaros campan a sus anchas por todos los rincones de la casa, pero descubriríamos la mayor concentración de los mismos es en las alfombras, almohadas, colchones, y textiles que utilizamos en nuestros hogares. Será precisamente en el área doméstica, donde está en nuestra mano, mantener a raya a estos incómodos visitantes, para minimizar los síntomas que antes referimos, tales como:
• Evitar realizar tareas domésticas de limpieza por los afectados por la alergia al polvo o en su defecto, realizarlas con mascarillas y con paños humedecidos para no levantar polvo.
• El dormitorio del alérgico debe estar libre de peluches, alfombras, moquetas, etc.
• El equipo de descanso utilizado cada noche, debe reunir una serie de requisitos, que aseguren un descanso saludable. Los materiales del colchón y de la almohada deben evitar la proliferación de colonias de ácaros en su interior. Los antiguos colchones de lana y los colchones de muelles son entornos propicios para ello, por el contrario, el látex es un material que ejerce de barrera que impide que aniden ácaros y microorganismos. Un estudio reciente del Belgian Textile Research Centre, demuestra las excelentes propiedades antiácaros del Látex Natura de Grupo Lo Monaco.
• También se recomienda utilizar complementos que optimicen la saludabilidad del equipo de descanso. Un cubre colchón impermeable, es el elemento perfecto porque actúa como barrera para polvo y ácaros.
• La ropa de cama debe lavarse a 60º para asegurarnos haber eliminado las materias fecales de ácaros.
• Limpiar frecuentemente el dormitorio del alérgico evita la acumulación de polvo.
• Controlar la humedad en el hogar y por debajo del 50%.
Para los alérgicos, la búsqueda de un equipo de descanso debe ir dirigida a encontrar un sistema saludable, que no aumente los incómodos síntomas. Por ello se debe confiar en marcas que avalen con la calidad de sus materiales que se conseguirá el efecto deseado.