La chirimoya es una fruta tropical que cuenta con una gran cantidad de propiedades y componentes que aportan numerosos beneficios para la salud. Muy fácil de consumir, esta fruta pueden tomarla tanto niños como adultos, embarazadas y personas mayores.
Qué es la chirimoya
La chirimoya es una fruta tropical de color verde, con pulpa blanquecina y numerosas semillas negras, ovoides y brillantes . Pertenece a la familia de las Anonáceas y es el fruto del árbol del chirimoyo. Se cultiva durante la temporada de otoño e invierno, igual que las naranjas.
Esta fruta es originaria de Sudamérica, concretamente de la zona andina limítrofe de Ecuador y Perú. No obstante, hoy en día se produce también en otros países europeos y americanos. De hecho, actualmente España es el primer productor mundial de chirimoya.
Existen diferentes variedades:
- Impresa: es una variedad de gran tamaño y piel tersa cubierta de hoyos. Tiene forma conoide o subglovosa.
- Umbonata: tiene forma de piña, un tamaño medio y piel fina. Sus protuberancias son pequeñas y puntiagudas y sus frutos son sabrosos y con muchas semillas.
- Tuberculata: sus frutos son de tamaño mediano. Tiene forma globosa y piel verde oscura.
- Mammillata: es una variedad jugosa, sabrosa y aromática. Su piel es lisa.
- Leovis: su piel no tiene protuberancias ni marcas.
Propiedades de la chirimoya
La chirimoya es una fruta con grandes propiedades nutricionales. Su componente mayoritario es agua, pero también destaca por su aporte en hidratos de carbono -fundamentalmente azúcares como la fructosa y glucosa-, por lo que su aporte calórico es bastante elevado.
La chirimoya es pobre en grasas y proteínas pero cuenta con una gran cantidad de ácido fosfórico y fibra. Además de esto aporta minerales como el calcio, el hierro y el potasio y, en menor proporción, zinc, yodo y magnesio. También tiene un gran contenido de vitaminas del grupo B (B1, B2 y B6), es fuente de vitamina C y contiene pequeñas cantidades de vitamina A.
La vitamina C cumple una función antioxidante e interviene en la formación de colágeno, huesos, dientes y glóbulos rojos. Además favorece la absorción del hierro de los alimentos y la resistencia a las infecciones. Por su parte, el potasio que aporta es necesario para la generación y transmisión de impulsos nerviosos y para la actividad muscular normal.
Beneficios para la salud de la chirimoya
- Regula la tensión arterial: su abundante potasio y su escaso contenido en sodio la convierten en una aliada de la salud arterial. Es muy recomendable para personas con hipertensión o afecciones de vasos sanguíneos y corazón.
- Fortalece los huesos: el magnesio y el calcio que contiene son importantes para la salud de los huesos, por lo que ayuda a personas que sufren osteoporosis y trastornos de descalcificación.
- Ayuda a reforzar la memoria gracias a su fósforo.
- Combate la anemia: su contenido en hierro se ve potenciado por la vitamina C, que ayuda a absorberlo.
- La fibra le confiere propiedades laxantes, lo que mejora o previene el estreñimiento. Además protege la flora intestinal y ayuda a eliminar el colesterol malo. Asimismo, la fibra ejerce influencia intestinal y dilata el tiempo de asimilación de los azúcares, lo que ayuda a regular el azúcar en sangre.
- Es una fruta de fácil digestión que la hace muy aconsejable para personas débiles, convalecientes, ancianos y, especialmente, niños y embarazadas.
- Ayuda a perder peso, ya que tiene efecto saciante.
- Es muy buen alimento para el embarazo ya que contiene nutrientes que contribuyen al desarrollo del bebé.
- En pediatría tiene propiedades dietéticas por su alto contenido en minerales, azúcares, proteínas y vitaminas. Es muy aconsejable en niños en época de crecimiento o en caso de enfermedades crónicas.
- Al ser fuente de vitamina A y C tiene efecto antioxidante, aliado para mantener la juventud.
- Se le atribuye una acción equilibradora del sistema nervioso, por lo que puede constituir un tranquilizante natural para personas con ansiedad.