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Bikinis y bañadores menstruales para una salud menstrual sostenible: Sumérgete en la sostenibilidad

Atrás quedaron los años en que vivir los días de la menstruación en pleno verano se convertía para muchas mujeres en un verdadero suplicio por la inseguridad e incomodidad que generaba enfundarse un bikini o bañador, tumbarse en la toalla o pasear por la orilla de la playa con el miedo de una posible fuga o una mancha a la vista de todos. De ahí la revolución que supuso hace pocos años la irrupción en el mercado de los bikinis y bañadores menstruales. Tan bonitos como los de tendencia, pero con unas particularidades que los han hecho únicos e imprescindibles en cualquier fondo de armario cuando aprieta el calor porque, además de prácticos, son sostenibles, reutilizables y saludables. 

¿Sus ventajas? Por un lado, poder tomar el sol y sumergirnos en el agua del mar o de la piscina para practicar con total libertad y confianza las actividades acuáticas y, por otro, y no menos importante, estas prendas representan la gran innovación de hacerlo de manera sostenible y respetuosa con el medioambiente. Y es que la concienciación por el planeta, por nuestra salud y la de quienes nos rodean debe estar presente siempre. Hasta para pegarse un baño.

Prendas de última generación

Se trata de prendas de última generación, desarrolladas con ingenieros textiles y ginecólogos, con la garantía de que en su fabricación no existe ninguna sustancia nociva, ni en textiles ni en ninguna de las fases de la fabricación. Gracias a ello, representan una alternativa muy atractiva, reutilizable y respetuosa con el cuerpo femenino en relación a los productos menstruales más convencionales como los tampones y las compresas, cuya evolución también ha sido patente en las últimas décadas. De lo que se trata, en definitiva, es que la mujer pueda disponer siempre de las mejores soluciones para que los días de la menstruación se desarrollen con la mayor comodidad y confort posibles.

 Con respecto a la protección que ofrecen las compresas y tampones, los bikinis y bañadores menstruales suponen una alternativa muy a tener en cuenta, comenzando por la barrera antifugas que llevan incorporada en su composición para poder sentirse segura en todo momento. Es significativa, también, su capacidad de absorción del flujo menstrual, equivalente a dos tampones normales, junto a la ausencia de olor. A estas ventajas hay que añadir, igualmente, su diseño discreto y el hecho de que estas prendas no se hinchan ni deforman en contacto con el agua.

 La comodidad de utilizar estos bikinis y bañadores se refleja de igual manera en su lavado y mantenimiento porque no precisan de un cuidado específico. Tras un remojo en agua fría, podemos lavarlas a mano o meterlas en la lavadora con el resto de ropa antes antes de dejarlas secar al aire como cualquier bikini o bañador normal. Eso sí, hay que evitar la secadora, el suavizante y la lejía para que nada altere su composición y se prolongue la vida de estas prendas. 

Salud y medioambiente

El respeto por la salud y el medioambiente inspiran todo el proceso de creación de estos bikinis y bañadores menstruales comenzando por una reducción de la exposición a los productos químicos nocivos y la prevención de irritaciones y reacciones alerǵicas asociadas a ellos. Esta protección se materializa en las cuatro capas que componen la prenda: una superior y transpirable, en contacto con las partes más íntimas de la mujer para mantenerse fresca y seca; una capa para una absorción rápida; una capa antifugas que garantiza una protección total, hasta en el agua; y una capa impermeable, de secado ultra-rápido y con una comodidad inigualable.

Variedad

No podemos olvidar, tampoco, que además de cómodas, las mujeres y las adolescentes que los usan deben sentirse guapas y a la moda. De ahí la variedad de modelos para amoldarse a cualquier gusto y silueta dependiendo de si optamos por bikinis o bañadores de tiro alto o sin costuras o bicolor. 

Al apostar por estos productos sostenibles y reutilizables se reduce de forma significativa el impacto negativo en el planeta y, junto a ello, la cantidad de residuos menstruales que terminan en los vertederos y en los cuerpos de agua, contribuyendo así a la preservación del medio ambiente. Ser responsables no sólo tiene efectos positivos en el autocuidado y en la salud de quienes usan estos bikinis y bañadores sino que también repercute a nivel global en la sostenibilidad y en la protección del medioambiente.

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