La calabaza es una hortaliza muy asociada con el otoño por la celebración de Halloween, pero no sólo es un buen elemento decorativo sino un buen alimento. Esta hortaliza tiene su mejor época de recolección y consumo entre abril y septiembre, por lo que se consume tanto en alimentos fríos como calientes.
Qué es la calabaza y cuáles son sus variedades
La calabaza es el fruto de la baya de la calabacera y pertenece a la familia de las Cucurbitáceas. Aunque se cree que esta planta calabacera tiene su origen en Guatemala y México, actualmente se cultiva en terrenos cálidos y húmedos de todo el mundo.
Existen diversas variedades de calabaza, clasificadas esencialmente en dos tipos:
- Calabaza de verano: variedad de piel clara y fina y semillas blandas. Su periodo de conservación es corto. Entre las calabazas de verano están la bonetera (de color blanco, verde o amarillo), la espagueti (amarilla) y la rondín (naranja con la carne blanquecina).
- Calabaza de invierno: variedad más dulce pero más seca que la de verano, con menor contenido de agua. Su piel es más gruesa, lo que le permite conservarse durante más tiempo. En este grupo se incluyen la calabaza banana, la de cidra o zapallo (de color amarillo intenso y pulpa gelatinosa) y la confitera o de cabello de ángel (de la que se obtiene el cabello de ángel utilizado en la pastelería).
Para conservar la calabaza es preferible hacerlo a temperatura ambiente, fuera de la nevera. No obstante, también se puede guardar en el frigorífico envuelta en una bolsa de plástico perforada. Para que dure más tiempo también existe la opción de congelarla, preferiblemente después de haberla cocinado.
Beneficios de la calabaza
La calabaza es un alimento que aporta al organismo un importante abanico de nutrientes, vitaminas y minerales. Destacan entre estas vitaminas el betacaroteno o provitamina A, las vitaminas C y E y varias vitaminas del grupo B (B2, B6 y ácido fólico). Entre los minerales se encuentran el potasio, el fósforo, el magnesio, el hierro y el zinc. Por su parte, las semillas de este alimento contienen una gran cantidad de magnesio (importante para el sistema cardiovascular y nervioso) y zinc. Además es una hortaliza baja en calorías.
Tomar calabaza es muy aconsejable durante todas las etapas de la vida, pero especialmente en la infancia, el embarazo y la lactancia. Además es un alimento muy recomendado en caso de diabetes, ya que sus azúcares se absorben lentamente. Entre otras cosas, la calabaza:
- Evita la hipertensión: su vitamina C, fibra y potasio ayudan a la salud del corazón.
- Refuerza el sistema inmunitario: los vegetales con vitamina C y betacarotenos dan un impulso al sistema inmunitario gracias a sus nutrientes.
- Ayuda a evitar la retención de líquidos gracias al alto contenido de minerales como el potasio, que estimula la producción de orina. Gracias a esto también se eliminan muchas toxinas almacenadas en el cuerpo.
- Cuida los ojos: las vitaminas C (antioxidante), E y los betacarotenos cuidan la salud ocular y previenen su degeneración.
- Ayuda a aquellas personas que padecen problemas estomacales como gastritis, ardor de estómago, digestiones pesadas, acidez o úlcera gastroduodenal.
- Ayuda a la fertilidad: el consumo de hierro procedente de vegetales como la calabaza es muy positivo entre mujeres en edad fértil. Además, sus betacarotenos también son esenciales durante el embarazo y la lactancia.
- Ayuda contra el cáncer, especialmente el de próstata y el de colon.
- Puede servir para adelgazar, por su bajo aporte energético y gran riqueza nutricional. Su fibra absorbe el agua y permite saciarse fácilmente.
Cómo tomar calabaza
La calabaza se puede consumir cocida, frita, rehogada o cocinada al horno. Fría se utiliza principalmente para añadirla a una ensalada o bocadillo, pero lo más común es cocinarla y comerla caliente, por ejemplo en forma de crema o puré, asada, rellena de arroz, en guisos, sopas… La calabaza también se puede consumir dulce, incorporándola como ingrediente en tortitas, bizcochos o pasteles.