Diversos estudios científicos han relacionado hasta la fecha el consumo de cannabis con trastornos mentales tales como la esquizofrenia. Ahora, una investigación realizada por científicos de la Universidad de Granada (UGR) y liderada por el catedrático de Psiquiatría Jorge Cervilla muestra, por primera vez, que el cannabis es un factor de riesgo, no solo para esquizofrenia, sino para trastornos mentales en general. El artículo se publica en la revista Journal of Nervous and Mental Disease.
Se trata de un estudio epidemiológico, desarrollado sobre una amplia muestra representativa la provincia de Granada, formada por 1.200 sujetos, en el que se encuentra una prevalencia de trastorno mental del 11% de los encuestados.
Los trastornos más frecuentes son los de ansiedad (9%) y los de tipo depresivo (8%) que, además, frecuentemente, coinciden en la misma persona. El estudio también encuentra que el 1,8 % de la población sufre un trastorno adictivo, el 2% presentó un trastorno psicótico y un 3,6% tenía un trastorno de la personalidad.
Factores de riesgo
Esta investigación reporta la prevalencia de trastorno mental en la provincia, encontrando cifras muy similares a las de estudios realizados en otras zonas de nuestro entorno europeo, «aunque quizá algo infladas porque el trabajo de campo se realizó durante los años duros de la crisis económica», advierten los investigadores.
El estudio también abordó la identificación de factores de riesgo para trastorno mental y encontró que el riesgo de trastorno mental era mayor en personas con el mencionado consumo de cannabis. Además, demuestra por primera vez, en una muestra poblacional y valorando trastorno mental en general, que el riesgo de dicho trastorno es mayor en personas con mayores niveles de un rasgo de personalidad, el neuroticismo o inestabilidad emocional, y en aquellas con peor nivel de funcionamiento cognitivo.
Otros factores de riesgo de trastorno mental identificados fueron una peor salud física, la adversidad social, el paro y determinados factores hereditarios. Los autores de este proyecto han publicado también este año otros dos artículos internacionales derivados del mismo estudio y centrados en dos enfermedades mentales concretas: la psicosis y la depresión.