El gran apagón está en boca de todos. Después de dos años tan complicados, pensar en un nuevo escenario distópico está generando cuadros de ansiedad en parte de la población que está arrasando con kits de supervivencia, linternas o camping gas.
Las autoridades de Austria ya han advertido a sus ciudadanos, con unas palabras que poco margen deja a la esperanza “la pregunta no es si habrá un apagón, sino cuándo”, decía su ministra de defensa. Alemania también se adelanta al apagón y da una serie de advertencias y consejos en caso de catástrofe.
En lo que respecta a nuestro país, los expertos de Varitech explican con detalle si es o no es posible el gran apagón en España.
¿Es posible en España el gran apagón?
Sabemos que en España hay instalados más de 100GW de plantas, donde nuestra demanda punta no suele superar los 40GW de potencia, es decir, estamos super sobredimensionado. Además varios factores que hacen improbable el gran apagón en España:
1 – Pocas conexiones con el exterior:
- No existen demasiadas conexiones con el resto del continente, por lo que la potencia eléctrica instalada en España es muy poco dependiente del suministro energético exterior. Por lo que en caso de ‘blackout en Europa’, España no se vería seriamente perjudicada.
2 – Composición del sistema español – Mix energético
- El sistema energético nacional se compone de un mix con multitud de centrales eléctricas muy diversas, por tanto tenemos aquellas que tienen mucha capacidad de regulación/gestión, tales como las centrales de gas natural, fuel o hidroeléctrica pie de presa que pueden responder en minutos ante un cambio de demanda, las poco regulables como de carbón, que tardan varios días en cambiar la consigna de producción y las muy poco regulables como las nucleares que tardan hasta 6 dias en cambiar la consigna de producción por su gran inercia térmica y el propio proceso productivo.
3 – Pagos por capacidad
- Todas las centrales nacionales que sean gestionables (que podamos arrancar y parar), como cogeneración, carbón, fuel, etc sean o no eficientes, reciben una prima anual fija por su potencia instalada en MW, solo por el hecho de estar operativas y dispuestas a arrancar si se produce una desviación de oferta/demanda lo suficiente para poner en riesgo el sistema.
4 – Interrumpibilidad
- Los grandes consumidores energéticos de España, tales como acerías, cementeras, fábricas de fertilizantes, etc disponen de un descuento importante en sus peajes de acceso a redes solo por el hecho de que en caso de que sea totalmente necesario por congestión de redes, o por necesidad por motivos de estabilidad en el sistema eléctrico (porque la red salga de parámetros), tienen que cortar tensión de suministro y parar inmediatamente.
- Por tanto, más de 20GW del consumo en España es interrumpible y se descuentan por ello una gran cantidad de dinero.
Por tanto, realmente disponemos de 100GW y de hecho pagamos por ello en nuestros peajes de acceso a redes en los recibos de la luz. Es decir, centrales tenemos de sobra y pagamos para que estén a punto para cualquier emergencia.
Aún así el miedo genera ansiedad anticipatoria y la distopía…
Se desata la ansiedad anticipatoria y la distopía
El gobierno de Austria comunicó a sus ciudadanos que debían contar con un un kit de supervivencia, dada la posibilidad de un apagón en plena entrada del frío. Tras esta noticia, los habitantes de media Europa se han lanzado a comprar todo tipo de suministros generadores de calor y luz portátiles, como baterías, hornillos y velas. Hasta tal punto que en muchas plataformas se están agotando.
En España se sigue la misma corriente, especialmente por el miedo de que se repita el desabastecimiento de las primeras semanas de pandemia. Detrás de este comportamiento se esconde una ansiedad anticipatoria generalizada y angustia, que se despierta al pensar en las posibles consecuencias nefastas de estos planteamientos utópicos.
Esta psicosis se respalda también por el continuo mensaje de acopio de Austria y Alemania, y por todos los distribuidores que aconsejan que se adelanten las compras de Navidad, dada la escasez de materias primas, y el retraso y encarecimiento en los transportes.
Alerta en redes sociales
La visión distópica de estos acontecimientos están invadiendo las redes sociales, con todo tipo de ‘fake news’ que bombardean a los ciudadanos y fomentan la ansiedad y el estrés por este posible apagón. Estas respuestas, crean temor e instinto de supervivencia, lo que lleva a comprar y acumular productos como kits de placas de cocina portátiles, cuyas búsquedas han aumentado en un 237%, o las de GPS, que se han duplicado (+102%).
Las búsquedas de autoradios han aumentado un 865% desde el 21 de octubre hasta ahora, otra muestra más de la distopía y la necesidad de tener acceso a la información en un escenario tan apocalíptico como el que se imagina que puede suceder.
Todo este miedo tiene otra razón de ser, y lo encontramos en estos casi dos años de pandemia por coronavirus. Según los profesionales, el miedo a la incertidumbre y la reciente experiencia traumática de la pandemia explican la existencia de esta ansiedad tan extendida.
La covid-19 nos ha llevado a una situación que nadie podía imaginarse, entre otras cosas porque los gobiernos pensaron que el virus no iba a llegar a ellos, como sí lo estaba haciendo ya en China. Por este motivo la población mundial ya no confía en los pronósticos ni palabras de tranquilidad del gobierno.
El miedo de no disponer de lo necesario para sobrellevar este posible apagón es otro motivo por el que están aumentando los casos de ansiedad.