Andalucía ha reunido a expertos de las diferentes comunidades autónomas en la jornada ‘Estrategias regionales para combatir el ictus’ para analizar el modelo asistencial más eficaz frente a esta enfermedad neurológica que sufren cada año unas 17.000 personas en la comunidad. El Hospital Virgen Macarena de Sevilla ha acogido este primer encuentro del grupo de trabajo multidisciplinar que ha impulsado la Consejería de Salud desde el Plan Andaluz de Atención al Ictus, que coordina Joan Montaner, jefe de Servicio de Neurología del hospital sevillano.
Especialistas de Galicia, Cataluña, Aragón, Castilla-León y Madrid han acudido a esta reunión donde se han debatido iniciativas de éxito para la organización y la atención al ictus en estas seis comunidades, exponiendo ejemplos e ideas relacionadas con la implantación de la trombectomía, la telemedicina, auditorías sobre resultados en salud y redes de investigación, entre otros asuntos
Según un comunicado, la secretaria general de Salud Pública y Consumo de la Administración sanitaria andaluza, Josefa Ruiz, ha sido la responsable de inaugurar la jornada, destacando Ruiz que «estamos tratando el problema neurológico grave más frecuente del mundo, que en nuestra comunidad autónoma se convierte en la primera causa de mortalidad en las mujeres y la segunda en los hombres».
Así, ha apuntado que uno de cada seis andaluces sufrirá un ictus a lo largo de su vida «situándose ésta como la primera causa de invalidez permanente en el adulto, para lo que la inversión sociosanitaria en Andalucía alcanza 1.000 millones de euros al año».
Por su parte, el coordinador del Plan Andaluz de Atención al Ictus ha expuesto en la jornada que «el principal objetivo para el presente año es plantear una reorganización de los recursos disponibles, con el fin de dinamizar los tiempos de respuesta en el inicio del tratamiento trombolítico».
Según ha explicado Montaner, «se pretende mantener el protagonismo de la atención primaria en la futura estructura asistencial, teniendo en cuenta circuitos, los tiempos y distancias en la atención, centros de referencia bien identificados, la coordinación con la atención extrahospitalaria (Emergencias 061), así como con radiología, para iniciar tratamientos en la sala del TAC».
En este contexto, y para garantizar a todos los usuarios el acceso a una atención asistencial completa y de calidad, al tiempo que disminuir la mortalidad y el nivel de dependencia del paciente tras el ictus, desde la Consejería de Salud se está impulsando la puesta en marcha de una red asistencial con tres niveles de respuesta en función de la complejidad del paciente: ‘equipos de ictus’, ‘unidades de ictus’ y ‘unidades de referencia’, permitiendo activar el Código Ictus en cualquier rincón de Andalucía.
CÓDIGO ICTUS
Tal y como recoge el propio Plan Andaluz de Atención al Ictus, el objetivo del Código Ictus es la puesta en marcha de forma inmediata de los componentes y estructuras implicadas en el diagnóstico y tratamiento en fase aguda del ictus. Se trata de un sistema que permite la rápida identificación, notificación y traslado de los pacientes con ictus a los servicios de urgencias. De este modo, puede ponerse en marcha el proceso intrahospitalario de diagnóstico definitivo y el potencial tratamiento mientras se traslada al paciente con ictus hasta el Servicio de Urgencias.
El ictus es una dolencia en la que de su rápida atención depende la supervivencia de quien se ve afectado por él, así como su posterior recuperación sin secuelas. Es por ello que en la cadena asistencial del ictus es fundamental establecer sistemas que favorezcan una interconexión precisa entre los servicios de emergencia extra e intrahospitalarios.
Las recientes recomendaciones internacionales dan el máximo nivel de evidencia científica a cuatro medidas que son: las Unidades de Ictus, la Trombolisis, la Trombectomía y la Telerradiología/Teleictus, cuatro prestaciones sanitarias básicas que el Servicio Andaluz de Salud tiene al alcance de la ciudadanía.
Montaner ha avanzado que entre los objetivos del plan andaluz para este año se encuentra la creación de una red de profesionales, referentes cualificados en cada provincia, para la elaboración del Mapa Ictus en Andalucía.
La coordinadora del Grupo de Enfermedades Cerebrovasculares de la Sociedad Española de Neurología, María Alonso de Leciñana, que ha participado en el encuentro, ha expuesto «la necesidad de implementar sistemas organizativos eficientes que, adaptados a las particularidades de cada región, aseguren el acceso de cualquier paciente con ictus que lo precise al tratamiento más eficaz».
Esta especialista también ha subrayado que «estos sistemas organizativos son factibles con el concurso de todos los agentes implicados y han demostrado no representar un gasto, sino una inversión».