La importancia de la dieta en la salud es indiscutible, ya que son los alimentos los que proporcionan la energía y los nutrientes necesarios para que el cuerpo lleve a cabo todas sus funciones. No obstante, la falta de tiempo y el estrés de la vida diaria impiden muchas veces que las personas cuiden su dieta de forma apropiada, rompiendo el equilibrio que se debe mantener a la hora de comer.
Qué es una dieta equilibrada
En contra de lo que mucha gente piensa, una dieta equilibrada no es aquella en la que se toman ciertos alimentos y se evitan otros. De hecho, a la hora de hablar de ella hay que pensar en nutrientes y no en alimentos ni comidas ya que, por definición, una dieta equilibrada es aquella en la que se toman todos los nutrientes necesarios para el funcionamiento del organismo en la cantidad adecuada.
La dieta equilibrada será aquella en la que haya un balance adecuado en la ingesta de los nutrientes tanto energéticos (carbohidratos, proteínas, grasas) como no energéticos (vitaminas, minerales y fibra). Dado que lo importante es tomar esos nutrientes y no la forma (alimento) en la que los consumamos, no es cierto que dejar de consumir algún alimento signifique romper con el equilibrio de la dieta. Si una persona no consume algún alimento por convicción o alergia, puede igualmente ingerir esos nutrientes a través de otras comidas. No obstante, sí es cierto que si se eliminan excesivos alimentos es más complicado confeccionar una dieta equilibrada.
Cómo debe ser una dieta equilibrada
Una dieta equilibrada no es igual para todas las personas, ya que depende de la edad y el gasto calórico de cada una. Por ejemplo, no son iguales los nutrientes que necesita un deportista que los que requiere alguien que trabaja sentado en una oficina.
Se suele indicar que una dieta equilibrada es aquella que contiene entre un 50 y un 60% de hidratos de carbono, un 15 o 20% de proteínas y un 20 o 30% de grasas, pero esto puede provocar confusión. Al cumplir con estos porcentajes se aportan al cuerpo los nutrientes necesarios (aunque no se incluyen los no calóricos, como las vitaminas y fibras) pero ésto no significa que sea adecuado basarse sólo en las cantidades. Si se consumen los nutrientes apropiados pero a través de alimentos procesados, azucarados…la dieta será equilibrada pero no saludable. La mejor dieta será aquella que reúna estos dos requisitos.
Si bien la dieta debe depender de las características de cada persona, de forma genérica, será equilibrada y saludable si:
- Incluye hidratos de carbono: están presentes en alimentos como el pan, los cereales, el arroz y la pasta. Los hidratos proporcionan energía para realizar las actividades y mantener la temperatura. No obstante, se debe tener en cuenta que lo mejor es tomar los cereales en versión integral, ya que al refinarse pierden parte de sus nutrientes.
- Incorpora varias frutas y verduras frescas al día: estos alimentos proporcionan minerales, vitaminas y fibras. Dichos nutrientes facilitan y controlan los procesos metabólicos esenciales del organismo.
- Tiene proteínas: están presentes sobre todo en carnes, pescados y huevos.
- Incorpora una cantidad apropiada de grasas, ya que éstas son necesarias para el buen estado de las membranas celulares, para almacenar energía y para mantener la temperatura corporal estable…
- Incluye alimentos como lácteos, legumbres, frutos secos y patatas: los lácteos ayudan a crecer y a reponer el desgaste de los tejidos. Los frutos secos, legumbres y patatas tienen una función tanto energética como reguladora y plástica.
- Reduce la ingesta de bollería industrial y alimentos precocinados o procesados.
Por último, es importante recordar que para mantenerse en el peso más adecuado es esencial combinar la dieta equilibrada con ejercicio, ya que el deporte no sólo quema calorías sino que también ayuda a mantenerse activo y mejorar el estado de ánimo.