Unos 12.000 pacientes andaluces se encuentran en seguimiento por la Consejería de Salud para prevenir y minimizar los efectos que las altas temperaturas puedan tener sobre la población más «vulnerable» durante el verano.
Según ha informado la Consejería de Salud en un comunicado, esta cifra supone un aumento con respecto al verano anterior, cuando se alcanzaron las 10.021 personas bajo supervisión.
Esta medida de control se enmarca dentro del Plan de Prevención de los Efectos de las Temperaturas Excesivas, iniciado en 2004 e impulsado por Salud, y que pretende identificar a los pacientes con «mayor vulnerabilidad ante el calor» para actuar en caso de urgencia médica.
Con este plan, los profesionales de Atención Primaria atenderán a los pacientes vía telefónica y con visitas a domicilio para «monitorizar los signos y síntomas relacionados con el calor» y «proporcionar consejos».
Estas medidas están especialmente dirigidas a los mayores de 65 años y pacientes «frágiles que viven solos» y cuyo estado de salud esté «debilitado» por alguna «patología crónica de alta morbilidad», como son los casos de insuficiencia cardiaca, insuficiencia renal, obesidad excesiva, hipertensión arterial, diabetes o diabetes.
Serán objeto de vigilancia aquellas personas que tomen medicamentos que influyan en la adaptación de su organismo al calor, como son los psicotropos, antidepresivos, hipotensores y diuréticos.
Aquellas personas que no dispongan de «condiciones de habitabilidad adecuadas» en sus viviendas frente al calor y los pacientes que acaban de recibir el alta en centros hospitalarios también serán objeto de supervisión.
El plan incluye consultas, información y recomendaciones a través de la web de la propia Consejería, en redes sociales y en aplicaciones móviles.