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Superar la endometriosis

ENDOMETRIOSIS_RETOCADA

El diagnóstico de la endometriosis puede prolongarse entre 5 y 10 años desde que se detectan los primeros síntomas. El 30% de las pacientes sufren de infertilidad aunque la mayoría puede quedarse embarazada con técnicas de reproducción asistida.

El diagnóstico de la endometriosis puede prolongarse, en ocasiones, entre cinco y diez años desde que se detectan los primeros síntomas, un periodo de tiempo «excesivamente largo» durante el cual la enfermedad evoluciona y puede tener consecuencias muy perjudiciales en la calidad de vida de quienes la sufren. «El diagnóstico tardío es el principal problema de esta patología tremendamente frecuente que afecta a entre el 10 y el 30 por ciento de las españolas», ha afirmado, en declaraciones a Europa Press, el director de la Clínica IVI Madrid, Juan Antonio García Velasco.

Según explica, este trastorno consiste en la aparición y crecimiento de tejido endometrial fuera del útero, sobre todo en la cavidad pélvica, como en los ovarios, detrás del útero, en los ligamentos uterinos, en la vejiga urinaria o en el intestino. Con menos frecuencia puede aparecer fuera del abdomen, como en los pulmones o en otras partes del cuerpo.

Desde la pubertad

«Puede aparecer a lo largo de toda la vida reproductiva de la mujer, desde la menarquia (primera regla) hasta la menopausia, aunque algunas veces, puede durar hasta después de este periodo y, en general, surge durante la segunda década de la vida», puntualiza el experto. No obstante, la endometriosis altera, en mayor o menor medida, la calidad de vida de las mujeres que la padecen, afectando a sus relaciones de pareja, familiares, laborales e incluso a la reproducción. «De hecho», apunta García Velasco, «el 30 por ciento de las afectadas puede sufrir de infertilidad».

«Se calcula que del total de parejas infértiles que hay en España, en cerca del 10 ó 15 por ciento de los casos hay componentes endométricos relacionados con esa incapacidad de tener hijos», explica García Velasco, que matiza que, gracias a las nuevas técnicas de reproducción asistida, en la actualidad casi el 90 por ciento de las mujeres con este problema pueden ser madres.

Según destaca, los síntomas son muy variados dependiendo de cada caso, aunque generalmente se asocian con dolores menstruales intensos, en la micción, en la defecación y en durante las relaciones sexuales. «En ocasiones, el dolor es tan fuerte que incapacita a la mujer en su vida diaria, obligándole a permanecer en cama, una situación que disminuye la calidad de vida de las pacientes y perjudica sus relaciones familiares, sociales y laborales, hasta tal punto, que algunas acaban yendo al psiquiatra», detalla el especialista.

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