–Ya estamos en verano. ¿Qué calzado me aconseja?
-El pie está diseñado para caminar descalzo por terrenos suaves e irregulares, con lo que cualquier zapato es una tortura para el pie y, en consecuencia, para la espalda y las articulaciones. A partir de los 40 años, cada persona debería tener su calzado a medida.
-Ya, pero como eso no es lo habitual, ¿qué debo ponerme cuando el calor aprieta?
-Un calzado cómodo, sin suela rígida, para favorecer la flexión natural del pie y que sea de buen material, de piel o de tela, para garantizar la transpiración. Es fundamental para evitar la sudoración excesiva y prevenir la aparición de micosis, lo que la gente conoce como hongos. Además, si el zapato es abierto, mejor, porque menos se recalentará el pie.
-Esta es la época de las chancletas. ¿Son una buena opción?
-No. Las chancletas son origen de muchas lesiones. Suelen provocar la pérdida del manto ácido de la piel por rozamiento excesivo y las que se sujetan con los dedos llegan a hacer heridas. El uso de chancletas debe limitarse a la playa o la piscina, para proteger los pies de quemaduras, de golpes y de los hongos que proliferan en los espacios húmedos.
-Abundan los anuncios que animan a comprar productos para mejorar el aspecto de talones o uñas. ¿Son efectivos?
-Muy poco, porque no atacan el problema de fondo, que en el caso de las uñas no es otro que la onicomicosis, una infección muy difícil de curar, porque el hongo de la uña no se va, y en ocasiones hay que llegar a extirpar la uña.
-¿Las plantillas anti-sudor son buenas para alguien que sufre una transpiración excesiva?
-Existen mejores soluciones, como cremas específicas o tratamientos que permiten disminuir la sudoración excesiva durante una buena temporada.
-En verano se enseñan los pies, así que las pedicuras proliferan entre las mujeres. ¿Algún consejo?
-El primero, las uñas se deben cortar en recto para prevenir que se encarnen, y mucho ojo con quitar las cutículas. No debe hacerse nunca, porque puede acarrear una infección.
-Pero resultan antiestéticas.
-Lo mejor es aplicar sobre ellas una crema de urea para suavizarlas y apartarlas.
-¿Algún otro consejo veraniego?
-Sí. No hay peor enemigo del pie que el sedentarismo y el calzado, así que ésta es una buena época para caminar descalzo por la arena mojada de la playa. Es el mejor ejercicio para el pie y para mejorar la circulación de retorno, porque lanza la sangre que hay en la zona plantar.
-¿Y para quien no puede ir a la playa?
-Un ejercicio equivalente a caminar por la arena se puede practicar sentado, mientras se ve la tele. Se trata de realizar un movimiento como el de recoger toallas con los dedos de los pies. Es muy similar al del pie cuando se pasea por la orilla del mar.
