Dejar de fumar es un proceso complicado que exige mucha fuerza de voluntad pero que supone un gran beneficio para la salud de aquellos que lo consiguen. Se suele decir que el mejor momento para dejar de fumar es ‘ahora’ ya que, cuanto antes se deje de consumir, antes se comenzarán a notar los efectos de la eliminación de toxinas del organismo. No obstante, ya que dejar el tabaco no es fácil, no todos los momentos de la vida son igual de buenos para conseguirlo. Elegir el momento propicio también condiciona el éxito del propósito.
Mejores momentos para dejar de fumar
Los mejores momentos de la vida para dejar de fumar son los siguientes:
- Periodos de felicidad y bienestar: los periodos en los que uno se siente feliz y positivo y no tiene preocupaciones son los mejores para dejar de fumar.
- Cuando se tiene una pareja que no fuma: a las personas no fumadoras no suele gustarles que sus parejas fumen, por lo que el interés por complacerlas se puede convertir en una motivación para dejarlo.
- Durante una hospitalización: en los hospitales está prohibido fumar y esta abstinencia forzada puede ser el primer paso para dejarlo. Además, los beneficios que tiene para la salud dejar de fumar se convertirán en otra motivación para conseguirlo.
- Tras el fallecimiento de alguien cercano por una enfermedad relacionada con el tabaquismo, ya que esto puede convertirse en una lección sobre los graves daños que produce la adicción.
Por el contrario, son momentos inadecuados para dejar de fumar:
- Durante las vacaciones: el tiempo libre de los periodos vacacionales aumenta la posibilidad de pensar en el hábito. No obstante, si se emplea el tiempo libre en realizar actividades que generen felicidad y distracción puede conseguirse.
- En periodos de estrés: el tabaco es para los fumadores una fuente de relajación ante la ansiedad y los nervios, por lo que en periodos estresantes es muy difícil dejar el hábito.
- En situaciones ‘límite’: durante periodos de desempleo, divorcio, mudanzas… o tras el fallecimiento de alguien cercano se sufre una angustia que dificulta la consecución del objetivo.
- Cuando no se está convencido: el primer paso para dejar una adicción es reconocerla y el segundo estar convencido de que se quiere dejar.
¿Cuándo es imprescindible dejar de fumar?
Según explica la guía ‘Se puede dejar de fumar. Claves para conseguirlo’ del Ministerio de Sanidad, es absolutamente esencial dejar de fumar:
- Si ha ingresado en el hospital: al dejar de fumar se reducen los problemas de salud que han provocado el ingreso y se incrementa la eficacia del tratamiento.
- Si acaba de sufrir un infarto: se reduce el riesgo de sufrir un segundo ataque al corazón al dejar de fumar.
- Si sufre diabetes no insulina dependiente: fumar no solo incrementa el riesgo de sufrir diabetes sino que, para las personas ya diagnosticadas por esta enfermedad, duplica el riesgo de sufrir un infarto y cuadriplica el riesgo de lesiones cardiacas, entre otras dolencias.
- Si tiene cáncer de pulmón o algún otro tipo de cáncer derivado del tabaquismo, ya que dejar de fumar incrementa la probabilidad de recuperación.
- Si está embarazada o acaba de tener un bebé, para proteger la salud propia y la de su hijo.
- Si es padre o madre: al dejar de fumar se protege a los hijos de las enfermedades causadas por el aire contaminado por humo de tabaco. Además se les da buen ejemplo, contribuyendo a disminuir la probabilidad de que empiecen a fumar o consumir otras drogas
Con respecto a la posibilidad de dejar el tabaco al ser diagnosticado de cáncer, la AECC (Asociación Española Contra el Cáncer) explica que los profesionales recomiendan dejar de fumar en momentos positivos de la vida. Es decir, cuando no haya muchas preocupaciones y se pueda dedicar un tiempo especial para dejarlo. Con un diagnóstico de cáncer no se cumplen estas condiciones ideales, pues la hospitalización y los tratamientos son fuentes de preocupación. No obstante, desde la AECC consideran que probablemente no se encontrará otro momento de la vida donde se tengan razones tan importantes para dejar el tabaco. Esta motivación se puede convertir en un empuje para conseguirlo. Además, al dejar de fumar los pacientes responden mejor a los tratamientos. Por todo ello la AECC recomienda al menos intentarlo y, en caso de que el proceso sea demasiado duro, se puede pedir ayuda o dejarlo para otro momento.
Si está pensando en dejar de fumar lo mejor es acudir a profesionales que le ayudarán a conseguirlo. En Albéniz Medicina Estética de Granada llevan desde 1998 ayudando a miles de personas a dejar el hábito de fumar. Para ello utilizan termoestimulación, un tratamiento en el que aplican infrarrojos a determinadas terminaciones del cuerpo para reiniciar de forma natural la producción de endorfinas desligadas del hábito tabáquico. Puede encontrarlos en Calle Isaac Albéniz 21, 18012, Granada.