La gripe es una enfermedad infecciosa aguda de las vías respiratorias causada por un virus. Esta enfermedad se presenta habitualmente en los meses de invierno y de forma epidémica debido a la elevada capacidad de transmisión del virus que la provoca. Si bien habitualmente los síntomas de la gripe duran entre 3 y 5 días, hay algunas personas que pueden sufrir complicaciones graves a consecuencia del virus. Es por ello que se recomienda a ciertos grupos de población la vacunación anual contra el virus de la gripe.
¿Quién debe vacunarse frente a la gripe?
Según informa el Ministerio de Sanidad, por el alto riesgo de sufrir complicaciones en caso de padecer gripe deben vacunarse los siguientes grupos de población:
– Personas de edad mayor o igual a 65 años. Se hace especial énfasis en aquellas que conviven en instituciones cerradas.
– Niños/as mayores de 6 meses y adultos con enfermedades cardiovasculares o pulmonares, incluyendo displasia bronco-pulmonar, fibrosis quística y asma.
– Niño/as mayores de 6 meses y adultos con:
- Enfermedades metabólicas, incluida diabetes mellitus.
- Obesidad mórbida.
- Insuficiencia renal.
- Hemoglobinopatías y anemias.
- Asplenia.
- Enfermedad hepática crónica.
- Enfermedades neuromusculares graves.
- Inmunosupresión, incluída la originada por la infección de VIH o por fármacos o en los receptores de trasplantes.
- Implante coclear o en espera del mismo.
- Trastornos y enfermedades que conllevan disfunción cognitiva: síndrome de Down, demencias y otras.
– Residentes en instituciones cerradas que padezcan procesos crónicos.
– Niños y adolescentes de 6 meses a 18 años que reciben tratamiento prolongado con acetil salicílico, por la posibilidad de desarrollar un síndrome de Reye tras la gripe.
– Mujeres embarazadas en cualquier trimestre de gestación.
También deben vacunarse de la gripe aquellas personas que puedan trasmitirla a otras con alto riesgo de presentar complicaciones como:
- Trabajadores de centros sanitarios. Se hace especial énfasis en aquellos profesionales que atiendan a pacientes de alguno de los grupos de alto riesgo.
- Personas que por su ocupación trabajan en instituciones geriátricas o en centros de atención de enfermos crónicos.
- Personas que proporcionen cuidados domiciliarios a pacientes de alto riesgo o ancianos.
- Personas que conviven en el hogar con otras que pertenecen a alguno de los grupos de alto riesgo (incluidos los niños).
Asimismo, el Ministerio de Sanidad recomienda la vacunación a:
- Personas que trabajan en servicios públicos esenciales, especialmente Fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, bomberos, servicios de protección civil, personas que trabajan en los servicios de emergencias sanitarias y trabajadores de centros de internamiento por resolución judicial.
- Personas que, por su ocupación, pueden estar en contacto con aves con sospecha o confirmación de infección por virus de gripe aviar altamente patogénico.
¿Cómo se administra la vacuna de la gripe?
Cada año las comunidades autónomas ponen en marcha las campañas de vacunación en torno al mes de octubre, coincidiendo con el momento en el que empieza a circular el virus. Las personas incluidas en los grupos de riesgo son vacunadas de forma gratuita en los centros de salud. En el caso de aquellos que no pueden acudir a su centro, son vacunados en su domicilio o residencia de ancianos.
Aquellas personas a las que se recomienda la vacunación deben acudir al centro de salud cada año, ya que los anticuerpos producidos en respuesta a la vacunación antigripal van disminuyendo con el tiempo y pueden no ser suficientes para garantizar la adecuada protección al año siguiente. Además, el proceso evolutivo normal del virus incluye una serie de variaciones, razón por la cual la vacuna debe ser modificada anualmente adaptándola a las cepas que se estima que circularán cada temporada.
La vacuna de la gripe se administra a los adultos por vía intramuscular o subcutánea profunda en el músculo deltoides y en niños por vía intramuscular en el muslo. La vacuna es de una única dosis salvo en los niños que nunca la han recibido, en cuyo caso se recomienda la división en dos dosis con un intervalo de 4 semanas de descanso.
¿Cuáles son los riesgos de recibir la vacuna de la gripe?
El riesgo de que la vacuna antigripal cause un daño grave es extremadamente pequeño. El efecto secundario más frecuente es escozor o dolor en el lugar de la inyección. Estas reacciones locales suelen durar menos de 48 horas. Otras reacciones como fiebre, malestar o dolores musculares pueden aparecer tras la vacuna y son más frecuentes en niños de menos de 12 años y vacunados por primera vez. Estos síntomas se inician entre 6 y 12 horas después y suelen persistir 1 o 2 días.