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Musicoterapia contra el aislamiento social

musicaEl Hospital Universitario San Cecilio de Granada incluye la musicoterapia en el tratamiento a los enfermos mentales y pacientes con patologías fundamentalmente psicóticas, a quienes tocar instrumentos y familiarizarse con la música ayuda a su desarrollo emocional y a romper el aislamiento social que sufren.

Aunque no se trata de una terapia curativa, está demostrado que este tipo de intervenciones «reconforta» a los pacientes, les aumenta la autoestima y confianza en sí mismos y les ayuda a mejorar la expresión verbal y no verbal, ha explicado  Adrián Argente, responsable de la unidad de comunicación del hospital granadino.

En definitiva, mejora o alivia los síntomas de la esquizofrenia, que es una de las enfermedades mentales, junto a las depresiones graves, en las que cada vez más se aplica esta técnica dirigida a pacientes con patologías fundamentalmente psicóticas y que complementa las distintas terapias a las que se someten.

Son tres los talleres en los que el hospital imparte la musicoterapia una hora a la semana (la unidad de rehabilitación, la comunidad terapéutica y la unidad de hospitalización). Aunque la cifra es variable, son unos 40 alumnos entre las tres unidades los que en la actualidad reciben esta terapia que, aunque también se imparte desde algún que otro hospital andaluz, no es aún una práctica habitual en los centros sanitarios de Andalucía.

Los instrumentos que utilizan son fundamentalmente de pequeña percusión: claves, cascabeles, triángulos y rascador, aunque también hay otros de membrana como el bombo, a los que se suman los que en ocasiones aportan los propios alumnos, como el acordeón o el saxofón.

En estos talleres, dirigidos y programados por José Vicente Márquez, se desarrollan las inquietudes musicales de los pacientes, que reciben distintos tipos de aprendizaje, todos orientados a utilizar la música como terapia, de modo que actúe como un estímulo emocional y físico. El estímulo emocional se logra mediante la parte melódica y armónica, mientras que la física es posible gracias al ritmo.

Para la realización de esta actividad se lleva a cabo un recorrido musical a través de las distintas manifestaciones musicales, partiendo de las que más interés despierte entre los alumnos. De este modo, en cada sesión llevan a cabo actividades como audiciones, danzas, interpretación instrumental y vocal de canciones y visionado de películas y reportajes.

No se trata sólo de aprender a tocar un instrumento concreto o a cantar (los pacientes también utilizan la voz), sino de aprender a usar la música como una herramienta «para toda la vida» que ayudará a mejorar la autoestima, la comunicación y las relaciones interpersonales y en grupo, según los expertos.

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