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El estrés mejora el aprendizaje

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Los efectos que provoca la situación de un animal tras su nacimiento, y sus problemas y padecimientos, afectan a su desarrollo posterior. Esta teoría también es aplicable a las personas donde muchos comportamientos en la época adulta se explican por alguna situación o trauma ocurrido durante la infancia. Ahora, un estudio aplica de forma positiva el estrés generado por una situación, en principio poco favorable, para mejorar la actitud posterior del animal.

Así, una investigación de la Universidad de Málaga (UMA) estudia si el ‘handling’, un procedimiento que provoca un estrés controlado, aumenta la capacidad de aprendizaje en situaciones poco estresantes. El ‘handling’ se realiza diariamente durante los primeros 18 días de vida de los animales y consiste en separar a las crías de la madre y alojarlas aisladas en habitáculos individuales durante 10 minutos, al tiempo que se les suministra un masaje desde la cabeza hasta la cola, según Andalucía Innova en una nota.

Uno de los efectos conocidos de este tratamiento es que los roedores que han recibido ‘handling’ -también llamadas ratas ‘handled’- muestran menos temor que las denominadas ‘controles’ -aquellas a las que no se les ha aplicado el procedimiento- ante entornos o estímulos desconocidos. Esto podría explicar los resultados de algunas investigaciones previas que muestran que estos animales aprenden más fácilmente en situaciones que incluyen un importante componente amenazador como la piscina circular, donde para escapar del agua deben nadar a una plataforma oculta, o el aprendizaje de evitación en el que un estímulo señala la presencia de una descarga que la rata puede evitar haciendo una respuesta.

Procesos y estímulos

Pero, ¿mejora el ‘handling’ la capacidad de aprendizaje en situaciones donde los animales tienen hambre y que no provocan miedo? Responder esta pregunta es uno de los objetivos que persigue la investigación liderada por el profesor de Psicología Básica de la UMA Alfredo Espinet y es el aspecto en el que han trabajado durante el último año. Para ello, se han centrado en todos los procesos de aprendizaje que ocurren en situaciones apetitivas -con restricción severa de alimentos- donde «la ansiedad se reduce al mínimo», explicó.

Este estudio es un proyecto de excelencia incentivado por la Consejería de Innovación, Ciencia y Empresa con 52.600 euros, en el que colaboran investigadores de otras instituciones académicas. Entre ellas están la Universidad de Jaén (UJA), con un equipo especializado en el estudio de los factores psicobiológicos; la del País Vasco, en la que se estudian las interacciones que se producen entre la madre y las crías; y la Universidad de Barcelona, en la que se estudia el aprendizaje con técnicas complementarias a las empleadas en la Universidad de Málaga.

A pesar de que tan sólo llevan un año inmersos en este estudio, uno de los resultados obtenidos por este grupo de investigación es que la habituación a la situación experimental es más rápida en las ratas ‘handled’ que en las normales, pero «cuando se han acostumbrado a los aparatos, al entorno experimental en general, no se observan diferencias en la capacidad o velocidad de aprendizaje», puntualizó el director del proyecto.

Además del aprendizaje, hay otros índices que pueden medir las diferencias entre las ratas ‘handled’ y las controles. En concreto, se observa que las ratas separadas de la madre son menos ansiosas, por lo que su respuesta emocional de miedo es menor. Según explicó el profesor de psicología básica una de las pruebas que miden el nivel de miedo es el laberinto elevado en cruz. En esta situación, la rata, a la que se coloca en medio de la cruz, puede decantarse por explorar los brazos con paredes de protección o los brazos sin protección. Según Espinet, las ratas ‘handled’ «exploran más» que las controles esta última parte del laberinto. El segundo efecto claro que diferencia a las ‘handled’ es su resistencia ante una situación de estrés físico o emocional. Por ejemplo, cuando son adultas, las ratas ‘handled’ resisten mejor que las otras la privación de agua o de alimento.

El último de los efectos del ‘handling’ se centra en la prevención contra el deterioro neuronal en la vejez. De hecho, las ratas ‘handled’, cuando han llegado a la vejez, son capaces de realizar tareas de orientación en un laberinto mejor que las controles de la misma edad.

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