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Ventajas del ajo para la salud

El ajo

El ajo es uno de esos vegetales que reconocemos todos en cualquiera de nuestros hogares. Se trata de un alimento de gusto sumamente peculiar que atrae hoy nuestra atención.  Hablamos del ajo, un ingrediente que para encontrar su origen casi tenemos que remontarnos a los principios de la humanidad, donde se empleaba como defensa del cultivo. Diferentes estudios incluso apuntan como ventajas para la salud a sus propiedades anticancerígenas al comprobarse que con el extracto de ajo se logró inhibir la multiplicación de células tumorales. ¿Qué ventajas proporciona el ajo para nuestra salud? 

Lo cierto es que una de las ventajas del ajo para la salud es que es de los grandes antioxidantes naturales que nos encontramos. Sin embargo, existen casos en los que no es recomendable un consumo diario del mismo. El motivo es precisamente que sus particularidades le convierten en un recurso útil, pero que debemos evitar en caso de padecer determinadas patologías. Hoy hablaremos también de las contraindicaciones además de las ventajas del ajo para nuestra salud. 

Origen del ajo

La planta del ajo, cuyo nombre científico es Allium sativum, pertenece al género Allium, el cual incluye aproximadamente unas 750 especies entre las que se incluye otra muy consumida y cultivada en todo el mundo como es la cebolla. Todas ellas poseen idénticas propiedades medicinales y organolépticas con ventajas para la salud gracias a muchos compuestos azufrados y también a la alicina. Los reconocemos por su sabor y también por su olor. 

Para conocer el origen del ajo debemos saber que la planta es propia de la comarca donde se entrelazan países como Turkmenistán, Uzbekistán y Kazajstán. La planta del ajo es considerada como una de las especies más universales ya que se adapta a todo tipo de terrenos y condiciones climáticas incluso extremas. Por ello la encontramos a tres millares de metros de altura en México y a casi cinco millares en las montañas del Tíbet. En cualquier modalidad o de cualquier procedencia, todos tienen ventajas para la salud. 

Según diferentes escritos como el del doctor R.S. Zeng, de 2008, los chinos ya utilizaban el ajo como pesticida mientras que otros lo empleaban para proteger los cultivos de las malezas. A Europa no llegó hasta el siglo IX pero no ha sido hasta este siglo cuando trascendieron las ventajas para la salud. 

Qué aporta el ajo a tu salud

  1. Favorece la circulación de la sangre. 
  2. Favorece la cicatrización de las heridas. 
  3. Fortalece el sistema inmunitario
  4. Es adecuado para gripes y resfriados. 
  5. Es bueno para el hígado, un desintoxicante del organismo. 
  6. Es un excelente descongestionante
  7. Tiene propiedades anticancerígenas por lo que puede servir para prevenir el cáncer
  8. Cuida nuestra piel y estimula la renovación celular
  9. Ayuda a reducir el colesterol, por lo que reduce el riesgo de infarto
  10. Perfecto para la anemia porque
  • Eleva las defensas y protege de muchas enfermedades. 
  • Aporta múltiples vitaminas y minerales
  • Estimula los jugos gástricos y hace que podamos digerir mejor el hierro.

Contraindicaciones del ajo

Aunque tiene muchas ventajas en lo que a salud se refiere, lo cierto es que existen casos en los que no se recomienda consumirlo. Por ejemplo, si te encuentras bajo medicación anticoagulante o tienes problemas de sangrados, su condición de anticoagulante natural le convierte en un alimento diario que se debe evitar. 

Tampoco debes consumir ajo en caso de que padezcas hipertiroidismo ya que tiene un alto contenido en yodo. Si tomas también medicación para el corazón y además tomas esas cápsulas de ajo que se comercializan en las farmacias, debes evitar su consumo. Como es habitual, lo más recomendable es mantener una mesura en el consumo de cualquier sustancia. 

FUENTES: 

Block. E., (2010), Garlic and Other Alliums: The Lore and The Science, Cambridge: The Royal Society of Chemistry, RSC. 

Boivin D. et all; “Actividades antiproliferativas y antioxidantes de vegetales comunes: un estudio comparativo”. Food Chemistry, Volumen 112, Número 2, páginas 374-380 

 

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