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Monitorización básica: Aspectos a tener en cuenta en enfermería

Gracias a la monitorización básica, los enfermeros y enfermeras pueden identificar la existencia de situaciones inusuales que deben valorarse para proceder a la intervención del paciente. Por tanto, saber cómo interpretar correctamente las constantes vitales es fundamental para detectar a tiempo anomalías y tratar de forma precoz cualquier alteración en la fisiología del paciente.

 

Curso de monitorización básica en enfermería

Valorando la importancia del aprendizaje diario que requiere la enfermería para el correcto cuidado del paciente, el portal web EnfermeraDigital ofrece todo tipo de cursos para que estos profesionales tengan acceso a la formación continua que exige su trabajo. Un ejemplo es su nuevo curso gratuito de monitorización básica, al que los estudiantes y graduados en enfermería pueden apuntarse hasta el 24 de mayo.

Con él, los profesionales aprenderán a monitorizar e interpretar correctamente los signos vitales del paciente para así poder detectar y calibrar las posibles alteraciones en el momento de la monitorización.

Además de esta formación de 10 horas de duración, los especialistas encontrarán en esta web todo tipo de cursos y expertos de enfermería; información acreditada y puntuable en las bolsas de empleo para mejorar su posición laboral y ofrecer un cuidado de calidad.

¿Qué es la monitorización básica?

En medicina, la monitorización es la observación de una enfermedad a través de unos parámetros médicos.

La transmisión de estos datos de un monitor a una estación de monitorización a distancia es lo que conocemos como telemetría, y es el método más usado actualmente para dar con situaciones problemáticas e inusuales que deben evaluarse en el paciente.

A través de la monitorización los expertos del sector sanitario pueden registrar y visualizar constantes humanas como la frecuencia cardiaca (FC); frecuencia respiratoria (FR); saturación de oxígeno (SatO2); presión arterial invasiva (PA); presión arterial no invasiva (PANI); temperatura; dióxido de carbono exhalado (EtCO2) e Indice de perfusión (IP).

¿Cuándo realizar la monitorización básica?

La monitorización básica se lleva a cabo en diversas unidades hospitalarias. Por este motivo, los profesionales de la enfermería deben conocer estos ‘items’ independientemente de dónde desempeñen su actividad.

La monitorización básica es clave en las unidades de cuidados intensivos para el seguimiento del paciente crítico. Y aunque se trate de un procedimiento no agresivo, esto no exime el conocimiento exhaustivo de la enfermera del aparataje utilizado y sus aplicaciones. Ya que la monitorización, junto a la exploración del paciente, ayudará a hacer una buena lectura de las posibles alteraciones que se puedan producir.

 

Diferencias entre tensión arterial no invasiva manual, automática e invasiva

La presión arterial es la presión que ejerce la sangre a su paso por las paredes arteriales. Este parámetro que también puede conocerse por la monitorización básica, está determinado por el gasto cardíaco y la resistencia vascular periférica. Por lo que refleja tanto el volumen de eyección de la sangre, como la elasticidad de las paredes arteriales.

La tensión arterial máxima y diastólica puede medirse en el paciente de forma no invasiva o automática e invasiva.

La forma de obtener los parámetros de PA de forma manual y no invasiva es a través de manguitos neumáticos adaptados al tamaño y edad de paciente, conectados a un aparato oscilométrico con el que se puede programar el intervalo de tiempo de la medición.

La medición de la PA también puede llevarse a cabo de forma continua e invasiva con catéres arteriales conectados a un sensor de monitorización y a un sistema de transcripción de presiones. Este sistema ofrece al especialista una curva y el dato numérico de presiones.
Conforme más alta sea la tensión arterial, más esfuerzo tiene que realizar el corazón para bombear. Una tensión arterial normal en adultos es de 120/80. Si los parámetros se encuentran entre 120/80 y 139/89 indicarán prehipertensión y una presión de 140/90 o más se interpreta como presión arterial alta.

 

Test de flush

La monitorización invasiva de la presión arterial permite a los profesionales conocer la respuesta de un paciente a una situación hemodinámica, a la anestesia, a la agresividad quirúrgica y las respuestas a las acciones terapéuticas. Por lo que el conocimiento de la misma y su control resulta fundamental para prevenir, diagnosticar y tratar multitud de problemas.

El test de flush o test de onda cuadrada permite al enfermero saber cuándo la curva es buena o cuando está alterada, mediante el estudio de la respuesta dinámica de la curva. Para llevarlo a cabo se aplica un lavado corto y rápido del sistema, aumentando la presión bruscamente. Esta maniobra genera una curva cuadrada y una serie de oscilaciones. Según la respuesta obtenida, se puede conocer si el paciente tiene curva amortiguada o curva resonante.

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