Obesidad y Menopausia

obesidad y menopausia

La menopausia se define por el cese de los periodos menstruales (amenorrea de 6-12 meses). Es un evento bien definido en el tiempo aunque unos años antes, la función ovárica comienza a declinar, alternándose ciclos normales con ciclos sin menstruación de duración variable. Este periodo y hasta un año después del último periodo menstrual se denomina, perimenopausia. La menopausia ocurre a una edad media de 51 años, por ello, debido al aumento de la esperanza de vida la mujer, va a pasar una parte sustancial de su vida, menopáusica. De ahí, la importancia de aclarar el papel de esta situación en el desarrollo de la obesidad.

Varios estudios han demostrado que la menopausia se asocia específicamente, e independientemente de la edad, al aumento de peso.  El Doctor Antonio Cobos de Clínicas CMC Medical Group, experto en medicina estética, asegura,-“Esta ganancia ponderal, que se ha estimado en torno al 6%, se produce a expensas de un incremento aproximado del 17% de masa grasa”.

La menopausia es una de las etapas críticas de la mujer que favorece el acumulo graso. En el estudio SEEDO-97 (Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad), la prevalencia de obesidad más elevada (33,7%), se encontró en el grupo de mujeres entre los 55 y los 60 años.

La causa del aumento de peso durante la menopausia no está totalmente aclarada ya que algunas, no tienen relación directa con ella, sino más bien con la edad, y otras, dependen claramente de la disminución de estrógenos (hormonas sexuales femeninas).

El gasto energético basal disminuye casi linealmente con la edad, esto se explica por la reducción de la actividad metabólica del tejido magro y la disminución proporcional del mismo. A esto se asocia, en general, una reducción progresiva de la actividad física, con el consiguiente balance energético positivo si se mantiene la ingesta.

Aún teniendo en cuenta todos estos factores, no está claro el hecho de que algunas mujeres sean especialmente vulnerables a una ganancia de peso rápida e importante al instaurarse la menopausia. El Doctor Cobos explica,-“Se han barajado factores genéticos, socioeconómicos y relacionados con la historia menstrual y reproductiva, el comportamiento alimentario y la actividad física”.

Consecuencias para la salud

Las enfermedades cardiovasculares son raras en mujeres premenopáusicas, sobre todo en ausencia de otros factores de riesgo. La incidencia de enfermedades cardiovasculares, que durante la edad fértil es significativamente menor en mujeres que en hombres, se iguala tras la menopausia. Así, la menopausia es considerada por sí misma un factor de riesgo cardiovascular. Se ha demostrado que la menopausia quirúrgica y la menopausia temprana, comportan un riesgo añadido, aunque en el último caso, parte de este efecto puede ser explicado por la observación de que muchas mujeres con menopausia precoz son fumadoras.

La ganancia de peso se asocia a consecuencias adversas para la salud, agravadas por el cambio de la distribución de la grasa. El aumento de grasa visceral va a facilitar el desarrollo de insulinorresistencia y sus consecuencias clínicas: la intolerancia a hidratos de carbono y la diabetes (DM) tipo 2, hipertensión arterial (HTA) y aumento de colesterol en sangre, la elevación de los triglicéridos y la disminución del HDL colesterol (“colesterol bueno”).

Dentro de los factores de riesgo, la HTA parece tener una prevalencia superior en mujeres postmenopáusicas que en varones de la misma edad con un índice de masa corporal superior a 27 kg/m2.

Tratamiento de la obesidad durante la menopausia

El enfoque terapéutico y las recomendaciones dietéticas para tratar el sobrepeso y la obesidad en mujeres menopáusicas, no difieren de las medidas en mujeres premenopáusicas. Dado que la menopausia parece asociarse con una reducción del gasto energético debido a la disminución de la tasa metabólica y la actividad física, la mayor parte, de las mujeres que entran en el periodo perimenopáusico, deberían desarrollar estrategias de comportamiento que las llevaran a aumentar el ejercicio físico y a disminuir la ingesta calórica.

El resumen del Doctor Cobos

La menopausia es una de las etapas críticas en la vida de la mujer en la que se favorece la ganancia de peso y el desarrollo o agravamiento de la obesidad. Es en esta época cuando se encuentra la prevalencia de obesidad más elevada.

Las causas de este problema son múltiples, unas se relacionan claramente con el hipoestrogenismo y otras dependen de la edad, condicionando un aumento de la ingesta y una disminución del gasto energético.

Esta ganancia de peso se asocia a consecuencias adversas para la salud, que se agravan por los cambios de distribución grasa que se observan durante la menopausia.

El aumento de la grasa visceral facilita el desarrollo de insulinorresistencia y sus consecuencias clínicas como las alteraciones del metabolismo de los hidratos de carbono y la diabetes tipo 2, la hipertensión arterial y el aumento de colesterol y triglicéridos, con el consiguiente aumento de riesgo cardiovascular, entre otras complicaciones.

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